Este viernes fue, sin duda, un día inusual para el municipio tinerfeño de Garachico marcado por el desarrollo del simulacro de erupción volcánica EU MODEX Tenerife 2025. No solo la jornada, sino toda la semana previa estuvo dedicada a preparar a la población y a ensayar los protocolos de actuación frente a una posible emergencia volcánica. El objetivo principal de este ejercicio fue claro: capacitar a los vecinos del núcleo tinerfeño y, al mismo tiempo, servir como ejemplo para el resto de la isla, fomentando la conciencia ciudadana sobre cómo actuar en situaciones de riesgo.

Durante el simulacro se recrearon escenarios muy variados que pusieron a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia y de la comunidad. En Garachico se organizó la evacuación de 200 personas, la atención a un accidente con múltiples víctimas, escenas de angustia entre heridos y familiares, así como la búsqueda de desaparecidos. Como parte del dispositivo también se entregaron kits de evacuación a un centenar de vecinos, reforzando así la idea de la importancia de estar preparados para actuar con rapidez y eficacia ante un posible desastre natural.

Evacuada por unas horas 

Entre las participantes estuvo Lidia, alumna del ciclo de Coordinación de Emergencias y Protección Civil IES Los Gladiolos. Durante el ejercicio representó a una vecina que, tras escuchar el aviso por megafonía, tuvo que interrumpir sus quehaceres domésticos para evacuar su vivienda ante el riesgo de una erupción volcánica. Como parte de las instrucciones, siguió las indicaciones de la policía, acudió a identificarse y recibió la comunicación de que probablemente tendría que trasladarse a un albergue. Según relata a Atlántico Hoy, en el ejercicio simulado se les pidió llevar pertenencias básicas y documentos importantes, como el DNI, las escrituras de la casa o los papeles del coche.

A pesar de valorar la experiencia, Lidia reconoció que el simulacro le pareció algo desorganizado. Explicó que, al estar iniciando sus estudios en el ciclo de Coordinación de Emergencias y Protección Civil, este ejercicio representó su primera toma de contacto real con una situación de este tipo. "Es normal que haya cierto descontrol en un proceso de aprendizaje, pero esperemos que la experiencia sirva para extraer conclusiones y mejorar la organización", dijo.

Vecinos

Carmen, vecina de Garachico, señala a Atlántico Hoy que para ella ha sido positivo la realización del simulacro. A su juicio, este tipo de ejercicios sirven para evitar la improvisación que, según recuerda, se vivió en La Palma hace cuatro años. Participante en las jornadas previas al simulacro, asegura que le ha brindado información clara sobre cómo actuar en caso de crisis y sobre los recursos disponibles a través de los distintos cuerpos de seguridad y emergencias, como la Guardia Civil, la Policía o la UME. A principios de septiembre asistió a la formación en su municipio sobre emergencias volcánicas e incendios, y posteriormente recibió el kit de evacuación con elementos esenciales para una salida rápida, entre los que resaltó la importancia de incluir medicamentos y documentación personal.

En cuanto al ambiente entre los vecinos, Carmen reconoció que existe cierta inquietud, “porque siempre tienes la mosca detrás de la oreja en temas así”, aunque aseguró que en general no se percibe un clima de alarma. Sí comentó que el despliegue que se vivió durante el simulacro parecía excesivo y expresó la esperanza de que, en caso de una emergencia real, la respuesta no genere tanto movimiento en las vías, ya que podrían llegar a colapsar. Pese a estas reservas, insistió en que este tipo de iniciativas resultan útiles para preparar a la población y concienciarla sobre la necesidad de estar prevenidos ante cualquier eventualidad.

Aprendizaje

El alcalde de Garachico, Heriberto González, destacó que el ejercicio fue un reto que puso a prueba tanto a la ciudadanía como a los distintos cuerpos de seguridad y emergencias. Subrayó que se trabajó de manera cercana con los vecinos, en especial con las personas mayores, que albergaba más dudas sobre cómo proceder. “La gente está concienciada. Queremos hacerlo bien para ayudar en caso de que ocurra una erupción, además de generar un aprendizaje útil no solo para Garachico, sino para toda la isla e incluso para Canarias”, afirmó.