La subida de Los Loros, en el municipio tinerfeño de Arafo, es de “toda la vida” uno de los puntos clave para el encuentro de los amantes del motor. Un hecho que se ha convertido en un problema para vecinos y transeúntes de dicha carretera, la TF-523, por la presencia de quienes la recorren a alta velocidad.
Las carreras ilegales marcan o han marcado el día a día en muchas zonas de Tenerife. A municipios como Arafo se unen La Orotava o Candelaria, cuyos vecinos llevan sufriendo el caso desde hace años.
Durante una charla con Atlántico Hoy sobre los proyectos y situación del barrio de El Carmen, el presidente de la asociación de vecinos, Arnaldo Flores, no quiso dejar atrás la situación que sigue sufriendo el municipio con respecto a este tema.
Más control
Las carreras ilegales ya forman parte del municipio por la cercanía a esta vía, donde viven muchos de los vecinos. “Es una carretera por donde además baja y sube gente dirección al Teide y muchos ya no se atreven a subir, e incluso pasa con algunas guaguas de turismo”, señala.
Además de ello, según Flores, se suma la realización de botellón a la altura de la bodega comarcal. “Hay personas que les han llamado la atención y se les encaran. Solo pedimos que refuercen la seguridad, que pongan señales o que se haga algún tipo de control, por ejemplo, con drones. Además no creo que el circuito del motor sea una solución”, opina.
Más municipios
No sólo ocurre en Arafo. También pasa en La Orotava, por ejemplo. Desde la Plataforma Vecinal Humboldt denunciaban en sus redes sociales que la problemática seguía. En un vídeo publicado hace unas semanas se puede apreciar como, de noche, pasan varios vehículos a gran velocidad por la carretera TF-21, vía a la que están pegadas muchas casas. "Las medidas estructurales de reducción de velocidad son insuficientes", apuntaban.
En otras zonas parece que se ha solventado el problema. En Candelaria, a la altura de Barranco Hondo, los vecinos aseguran que desde que se instalaron unos malecones en un apartadero donde se colocaban algunas de estas personas con sus vehículos, se ha reducido drásticamente la presencia de coches que van a alta velocidad por esta vía, limitada a 40 kilómetros por hora.
El cierre vino con motivo de unos trabajos realizados por el Cabildo, con labores centradas en construir o mejorar los malecones, en algunos casos, como este, cerrando algunos apartaderos que se solían utilizar para el estacionamiento o la parada de vehículos.