Con la época estival llegando a su fin y a las puertas de la llamada temporada alta en Canarias, la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha insistido en la necesidad de implantar una moratoria turística para mitigar la avalancha de viviendas vacacionales que sufre la isla.
En este contexto, y tras la reunión en La Palma del pasado mes de julio de los presidentes y presidentas de los cabildos con la FECAI y con la consejera de Turismo, Jessica de León, y su director general, que están elaborando la nueva Ley de Ordenación de la Vivienda Vacacional, Dávila pidió una moratoria para las nuevas solicitudes de viviendas vacacionales. “Han sido una auténtica avalancha para los cabildos desde que se anunció la modificación de la Ley”, valora la presidenta en declaraciones concedidas a Atlántico Hoy.
Volumen difícil
Así, recuerda que “en Tenerife se han hecho unas 5.000 solicitudes en los últimos meses, desde que se anunció la norma, y lo que le hemos pedido al gobierno es que considere que para nosotros es muy difícil, desde el punto de vista administrativo, digerir ese volumen, junto con las 22.000 viviendas que ya hay en el mercado y que están suponiendo una distorsión del mercado de alquiler de vivienda”, expone Dávila en términos de urgencia.
Un contexto que, como afirma la regidora insular, “es en este momento uno de los principales problemas que tienen los tinerfeños”.