Pilotos en Tenerife alertan de peligrosas incursiones de parapentistas en espacio aéreo restringido

Los pilotos temen que un choque en el aire pueda desencadenar en un grave accidente aéreo

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Unos parapentistas en Tenerife con el Teide al fondo./ Tenerfly
Unos parapentistas en Tenerife con el Teide al fondo./ Tenerfly

La intrusión de parapentistas en espacio aéreo reservado para aviones y avionetas se está convirtiendo en un problema creciente en Tenerife, según han denunciado algunos pilotos que sobrevuelan las islas esta semana en sus redes sociales.

Stani Klajban es uno de ellos. Este piloto de avionetas llegó a Tenerife desde Eslovaquia hace unos años y, aunque se dedica profesionalmente a la hostelería, es un enamorado de la aviación que dedica su tiempo libre en sobrevolar la isla del Teide capturando fotografías aéreas que subir en sus redes.

Un parapentista a demasiada altura

Este jueves, Stani avistó a un parapentista a más de 3.000 pies de altura desde la cabina de su avioneta sobrevolando la localidad tinerfeña de La Caleta. "Si estamos a 3.000 pies de altura en espacio aéreo controlado, ¿a qué altitud está volando este parapentista?", preguntó a sus seguidores en Twitter, destacando que no es un problema reciente. Al mensaje de Stani han respondido varios pilotos, dejando constancia de que ellos han tenido encuentros similares.

El piloto eslovaco explica a Atlántico Hoy que los parapentistas tienen prohibido volar a más de 1.000 pies de altura sobre el terreno -lo que equivale a 300 metros-, que no sobre el nivel del mar. El problema que surge es que, al despegar desde las colinas y mantener la altitud, en cuanto se alejan de la montaña sobrepasan con creces la altura sobre el terreno.

Stani explica que él suele despegar desde Tenerife Sur y ya evita sobrevolar Adeje por miedo a encontrar parapentistas. Además, esa zona del sur de la isla entra en el área que los aviones comerciales utilizan para maniobrar y encarar la pista, por lo que teme que un día algún parapente sea absorbido por la turbina de un avión o entre dentro de la esfera turbulenta que dejan las aeronaves al pasar.

Cada vez más común

"No es ni la primera ni la última vez que pasa. Espero que empiecen a actuar, porque últimamente la cosa se pone fea y antes de que pase una desgracia se debería intentar prevenir. Están dónde no deberían... Hoy me llevé un pequeño susto al verlo de repente por ahí", comenta Stani.

El piloto explica que muchos parapentistas desconocen la normativa y las autoridades no les informan tampoco de ella en sus rampas de despegue. "Poner unos carteles avisando de que no pueden sobrepasar los 1.000 pies no es complicado", apunta

El piloto afirma que lo notificó a la torre de control y desde ahí se dio aviso a la Guardia Civil, que tiene un equipo especial llamado Pegaso para estas situaciones, pero el descontento entre los pilotos es creciente puesto que cada vez sucede más a menudo. "Vi un suceso similar hace un par de semanas. ¡Pensé que el parapentista casi sería capaz de saludar a los pasajeros del avión!", asegura David Nowell, un jubilado británico que hace unas semanas visitó la isla.

Limitación de altitud

Sergio Medina, un piloto comercial canario que vuela regularmente en vuelos operados en el Archipiélago, explica a Atlántico Hoy que es una situación "bastante común", comentada regularmente entre sus compañeros de profesión.

"Hay espacios restringidos exclusivos para parapentistas donde no pueden acceder aviones ni avionetas y, por lo tanto, no deberían salir de esas zonas. Estas además cuentan con limitaciones de altitud que hay que cumplir y no siempre lo hacen, pudiendo haber incidencias graves derivadas de esto", añade Sergio.

Sergio Medina, piloto comercial./ LinkedIn S.M.
Sergio Medina, piloto comercial./ LinkedIn S.M.

Miedo a un accidente mortal

El temor de los pilotos al ver a los parapentistas es, precisamente, no tener tiempo de reacción y chocar contra alguno de ellos, pudiendo desencadenar en un grave accidente. 

A finales de 2021, un suceso así terminó en tragedia en el estado estadounidense de Texas cuando un Cessna 208 Super Caravan y un parapente chocaron en el aire cerca de la ciudad de Houston. La aeronave se estrelló, dando como resultado la muerte del piloto y del parapentista.

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