¿Te imaginas padecer ceguera y que te inviten a participar en la fiesta de la espuma? ¿Te imaginas depender de una silla de ruedas y que no puedas visitar un museo o a la tienda de moda porque no está adaptada en accesibilidad? Imagina un campamento de verano o de invierno, repleto de diversión y juegos, al que no puede acceder tu peque porque tiene una discapacidad. ¿Cómo te sientes?
“Hago un llamamiento a todos aquellos que podrían cambiar esta situación y que piensen que esos niños, a los que se les está negando el derecho a ser niños, o esos jóvenes, a los que se les está negando el derecho a ser jóvenes…, que piensen que podrían ser sus hijos o hijas”, expresa Ana Mengíbar, responsable de la asociación Queremos Movernos.
Manifestación, 16 de mayo
Por quinto año consecutivo, este próximo miércoles, 16 de mayo, la sociedad tinerfeña en general y la educativa en particular, está convocada a participar en la manifestación que reivindica un trato igualitario y equitativo con las personas con discapacidad, especialmente con menores y jóvenes.
El objetivo de la convocatoria busca visibilizar los múltiples obstáculos que enfrentan a diario, desde retrasos en la certificación de su discapacidad hasta la falta de accesibilidad en espacios públicos y actividades sociales.
Se quedan fuera
Queremos Movernos sigue visibilizando en las calles el descontento y clamando para que se cumplan los derechos de la ciudadanía, “pero que se cumpla también con las personas con discapacidad”. “¿Cómo es posible que en pleno año 2025, aún el 90% de los centros educativos no estén adaptados para personas con discapacidad?”, pregunta Mengíbar.
“Talleres de Navidad, parques infantiles, casi todas las visitas organizadas”, Ana Mengíbar guarda silencio unos segundos y exclama que “siempre se quedan fuera”. “Llega el verano y te hacen una fiesta de la espuma en el distrito, ¿cómo metes a un niño ciego o un niño en silla de ruedas en una fiesta de la espuma?”, reflexiona en voz alta, matizando que “son los eternos olvidados”.
Retrasos y más retrasos
Uno de los principales problemas que denuncia la organización es el gran retraso en la certificación de la discapacidad, un trámite que provoca numerosos problemas, especialmente en el ámbito académico.
Las barreras arquitectónicas en los colegios, la escasez de recursos materiales y humanos, y el olvido por parte de las administraciones dificultan la inclusión educativa. “A pesar de ello, los equipos docentes suelen ser magníficos y hacen lo posible por apoyar a estos alumnos, aunque muchas veces se ven limitados por la falta de apoyo institucional”.
Falta de recursos
Además, la presidenta de la asociación señala que las familias enfrentan una casi inexistente ayuda por parte de los Servicios Sociales en todas las administraciones públicas. La gestión ineficaz y la falta de recursos generan duros calvarios para quienes necesitan asistencia.
En eventos y actividades culturales o recreativas, las barreras físicas y sociales relegan a estas personas a ser meros espectadores, sin posibilidad de participar activamente ni disfrutar plenamente del ocio.
Escasa adaptación
Los parques infantiles y centros culturales tampoco están exentos de esta problemática. “A pesar de las millonarias inversiones en infraestructura”, muchas instalaciones no son accesibles, perpetuando así una discriminación evidente.
La ausencia de programas deportivos adaptados también limita el desarrollo integral y social de quienes “no pueden integrarse en clubes deportivos o actividades municipales diseñadas para ellos”.
Poco compromiso
Desde la asociación apuntan a la gestión de las administraciones públicas, acusándolos de poco compromiso con la discapacidad. La falta de políticas efectivas y recursos adecuados evidencia un claro incumplimiento de los derechos fundamentales.
La manifestación partirá a las 10:30 desde la Plaza de Weyler, donde esperan que sus reclamaciones lleguen a quien corresponda. La marcha cuenta con el apoyo del alumnado y profesorado de distintos puntos de la isla.
“No vienen más porque no pueden desplazarse desde el norte o el sur y el transporte tampoco lo pone fácil”, añade, indicando que se han planteado ir rotando la ubicación de estas manifestaciones para facilitar el acceso a todos los participantes. En cualquier caso, si sus demandas fuesen atendidas, no serían necesarias estas concentraciones reivindicativas.
