“Hay que tener precaución, sobre todo en zonas rurales y de mayores pendientes por posibles desprendimientos”, ha indicado la consejera de Medio Natural, Sostenibilidad, Seguridad y Emergencia, del Cabildo de Tenerife, Blanca Pérez, en declaraciones a Atlántico Hoy, alertando que, en la medida que se vaya secando el terreno tras las lluvias, los taludes podrían convertirse en más peligrosos.
Por otro lado, de cara al próximo verano, también es necesario extremar las medidas de protección ante posibles incendios
Paisaje
Casi nadie es ajeno al paisaje verde que cubre nuestros espacios naturales, unos terrenos que han sido regados generosamente por la lluvia y en los que crecen vigorosamente los cultivos, pero también otras hierbas, combustible potencial en cuanto se sequen por las altas temperaturas del estío.
“Debemos extremar la precaución porque vamos a tener más combustible disponible”, señala la consejera, añadiendo que esto se traduce en mayor riesgo de incendios en la época veraniega.
Concienciación y prevención
No hay que esperar a que llegue el calor puesto que “el mejor incendio es el que no se produce”, como así lo manifiesta la responsable insular. “En poco tiempo dejará de llover y habrá que estar pendiente de cómo evolucione el verano”, por lo que la población debe tener en cuenta las mediadas que sean necesarias, sobre todo en lo que atañe a mantener libre de hierba seca los alrededores de sus propiedades.
Dependiendo de las temperaturas y las condiciones medioambientales, se decidirán posibles campañas preventivas. En cualquier caso, “el operativo de prevención de cara al verano ya contempla todos los supuestos”, destaca. Las lluvias caídas desde febrero propician más verdor y, por consiguiente, más combustible de cara al verano. “Está todo previsto, sobre todo en materia de vigilancia”, apunta.
Balsas con nivel óptimo
Comenta Blanca Pérez que, tras años de sequía, la capacidad de las balsas de Tenerife “están en un buen momento”, más las de la zona sur de la isla que las del norte.
Las balsas del norte, por lo general, han alcanzado un 68%- 70% de su capacidad y las sureñas rozan el 80%, situándose en un nivel muy óptimo, sobre todo tras los aportes no solo del agua pluvial sino también la tratada. “Las del sur reciben, mayoritariamente, agua industrial", asevera.
Embalses de Tenerife
Las balsas del norte, como las del Valle de la Orotava, se llenan, por lo general, de excedentes de agua, “ya que en esta zona no se produce agua industrial, aunque se empezará con esto en la Cruz Santa hasta Cruz de Mayo, procedente de la depuradora de Punta Brava”.
Las balsas del sur reciben aguas tratadas, proveniente tanto de la regeneración como de las desaladoras, como explica Pérez, y añade que desde la zona Oeste también se está derivando agua hacia Trevejos, proveniente de galerías y zonas altas, con el fin de paliar la emergencia hídrica que fue decretada en 2024
Garantizado el abastecimiento
“Tratamos que las aguas que se encuentran en altura se queden en altura y las aguas industriales se queden en las zonas bajas, un trabajo que se realiza fundamentalmente en el Sur, donde tenemos más instalaciones industriales y donde llega más agua regenerada”, dice.
Las actuaciones en materia hídrica que se están realizando desde la corporación insular garantizan el abastecimiento del agua, “al menos, para resolver el problema del verano con toda seguridad”, matiza.
Se mantiene la emergencia hídrica
A pesar de que ha llovido generosamente y que las balsas de Tenerife mantienen un buen nivel de llenado, la consejera indica que se mantiene el decreto de emergencia hídrica porque cuando se prorrogó se hizo hasta el mes de octubre.
“En el mes de febrero casi no había llovido y desconocíamos que fuésemos a tener lluvias de estas características”, manifiesta. En este momento los niveles de humedad y acopio de agua “son muy razonables y entendemos que no vamos a tener problemas ni para el abastecimiento ni para la agricultura”.