El campo canario está de enhorabuena por la lluvia caída en estas últimas semanas, aunque en algunas zonas la abundante agua ha causado estragos, transformando caminos en auténticas barranqueras arrasando con todo, como ha sucedido en la zona de Tacoronte, en Tenerife, y de Teguise, en Lanzarote.
"La lluvia siempre que venga sin viento es bien recibida”, comenta Ángela Delgado, presidenta de Asaga-Asaja Canarias, a Atlántico Hoy, haciendo referencia a lo que ha considerado, en términos generales como "un riego generoso"
Lluvia sobre el campo canario
Este invierno ha dejado su huella en las Islas, y la primavera está siendo lluviosa, lo que resulta beneficioso para el campo canario. Recordemos que los pasados años han estado marcados por la sequía, lo que afectó negativamente a los cultivos.
Resulta evidente que nunca llueve a gusto de todos, pero con algunas precipitaciones más las cosechas resultarían más productivas y se maximizarían los beneficios. Por otro lado, las zonas del sur han experimentado mejoras, “no han sido las lluvias tan copiosas como las del norte, pero son bien recibidas, aunque se necesitaría que lloviera un poco más”, apunta Delgado.
Beneficios para la agricultura
El plátano, un cultivo continuo que se produce durante todo el año, ha salido favorecido por los chubascos recientes, salvo por el viento asociado a la borrasca Nuria.
Otro cultivo que se ha visto agraciado por las precipitaciones es el referente al de la papa. Según nos indica la presidenta de Asaga, “ahora se está en tiempo de la gran cosecha de papas de Canarias”, sembradas entre los meses de octubre y marzo para ser recogidas entre abril y agosto.
Haría falta más agua
Las zonas altas del norte, las medianías altas, requieren de agua ya que generalmente son zonas de secano, “con lo cual se necesita que las lluvias se mantengan hasta finales de este mes” y así culminar el tiempo de cosecha.
La viña, tan importante para diferentes sectores productivos del archipiélago, es otro de los cultivos que precisan del tan valorado líquido elemento, tanto en invierno como en primavera.
Problemas de sequía
Las plantaciones de vid son, quizás, las que más han sufrido la sequía de los últimos cuatro años, como se ha comprobado en la drástica merma en la cantidad de uvas recogidas. “Se necesitan las lluvias del invierno para que la viña no se pierda”
Los Llanos de Trevejos, en Vilaflor, es un espacio protegido de la isla de Tenerife que se caracteriza por su viña y su paisaje vitivinícola, pero “el secano está prácticamente perdido, precisamente por la falta de lluvias del invierno y, aunque estas lluvias de ahora sean tardías, es buena señal”, subraya Delgado.
A pesar de los beneficios inmediatos que traen las recientes lluvias al campo canario, es fundamental que continúen las precipitaciones para asegurar una cosecha exitosa y revitalizar cultivos críticos como la viña.