Una vecina de Los Abrigos denuncia el lanzamiento de piedras y limones contra su ventana

Georgina y su pareja se quejan de que su hija de dos años siempre está jugando próximo a la ventana, por lo que se alegran que no entrara ningún elemento lanzado

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Los Abrigos, en Granadilla./ CEDIDA
Los Abrigos, en Granadilla./ CEDIDA

Una vecina de la localidad sureña de Tenerife de Los Abrigos, en Granadilla, ha denunciado en redes sociales el lanzamiento de piedras y limones a su vivienda desde la calle sin mediar palabra y sin justificación alguna y cuya principal preocupación fue la protección de su hija, de dos años, que, en el momento de los hechos, se encontraba en el sofá próximo a la ventana del balcón que recibió los golpes y que, por suerte, no se rompió.

“Estábamos en mi departamento este domingo y escuchábamos y veíamos a los mismos chicos de siempre jugar, porque vivimos justo enfrente de la cancha del polideportivo”, contextualiza Georgina, que se mudó a Los Abrigos desde Argentina, junto a su pareja y su hija, el pasado mes de junio.  “Estábamos tranquilos y en un momento determinado escuchamos que algo golpeó contra la ventana del balcón”, añadió.

Una gamberrada

En este sentido, explica que la ventana estaba abierta, mientras que salían rápido al balcón. “Los chicos ya no estaban, pero evidentemente habían sido los mismos que estaban jugando”, comparte.

De esta manera, reconoce que sabía que eran piedras y limones porque lo vieron al asomarse, ya que se depositaban en el suelo del balcón, a la vez que confirmaba que esta agresión contra su vivienda tiene que ver más con una gamberrada que con un acto personal contra su familia.

“Nunca me había pasado hasta ahora, pero sí que había escuchado que a unos vecinos le tiraron huevos y que en Navidad habían estado tirando pirotecnia a otros”, esgrime al respecto la vecina.

El mayor temor

Asimismo, reitera que lo que más le asustó desde el primer momento es que tenían la ventana abierta y que su hija hace dos años siempre está en el sofá jugando. “No sé cómo no entró ninguna piedra o los limones. Espero que no vuelva a suceder”, aseveró.

Por último, expuso su queja en las redes sociales en un grupo púbico de la localidad, porque sabe que ahí entran otros vecinos, con un objetivo. “A ver si los padres de los chicos, que son adolescentes, lo leen, pueden hablar con sus hijos y toman alguna medida porque no es gracioso”.

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