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Imagen de una grua sacando un vehículo del camino La Paloma, en Güímar. Los vecinos denuncian la inseguridad de esta vía. / CEDIDA

Vecinos de Güímar denuncian la inseguridad de un camino “donde no caben dos coches y caen cascotes"

Esta vía, un “camino real” donde se encuentran algunas viviendas y mayormente fincas, ha sido objeto de quejas vecinales durante años

Cerca de 300 vecinos y vecinas del camino La Paloma, en el municipio de Güímar, han recogido firmas para instar al Ayuntamiento a actuar en esta vía, que consideran peligrosa por estar sin asfaltar y carecer de apartaderos.

La vía, un “camino real” donde se encuentran algunas viviendas y mayormente fincas, ha sido objeto de quejas vecinales durante años. Los residentes aseguran que llevan tiempo reclamando mejoras sin que se atiendan sus demandas. Entre las solicitudes se incluyen la construcción de más apartaderos, el soterramiento de tajeas y la mejora del firme de la vía.

Imagen de un tramo del camino La Paloma en Güímar. / CEDIDA

Demanda de años

Desde el colectivo vecinal Camino La Paloma SOS Güímar explican a Atlántico Hoy que llevan años solicitando a los distintos gobiernos una solución para el camino La Paloma. Señalan que en 2020 recogieron más de 300 firmas que se registraron en el ayuntamiento, y que en 2022 enviaron el primer escrito a través de la sede electrónica del consistorio solicitando mejoras en la vía.

“Hace unos meses mandamos otro escrito, también por la sede electrónica, y no hemos recibido respuesta. Estamos a la espera de que el concejal de Urbanismo indique en qué punto se encuentra este arreglo o si existe alguna previsión de ejecución”, señalan. Insisten en que, hasta la fecha, no han recibido respuesta, y estiman que más de 100 propietarios podrían estar afectados, aunque reconocen que es difícil calcular una cifra exacta debido a la gran cantidad de fincas abandonadas.

“No merecemos ser menos” 

Los vecinos del camino La Paloma insisten en que “no merecen ser menos que otros caminos del municipio que ya han sido reparados”. Denuncian la falta de apartaderos, la presencia de tajeas a modo de zanjas abiertas junto a la vía y el mal estado del asfalto, además del riesgo constante de derrumbes y caída de cascotes sobre la carretera.

Asimismo, alertan sobre las consecuencias que esta situación genera en la zona, ya que muchas fincas “han sido abandonadas por el miedo a acceder al camino”. En este sentido señalan que, en caso de incendio o emergencia, sería prácticamente imposible que ambulancias o bomberos pudieran llegar hasta las viviendas afectadas.