La toalla, el protector solar, una botellita de agua y, cómo no, un libro son elementos claves en la mochila o el bolso durante el verano. Puede que leer tumbado al sol con el sonido del mar de fondo sea uno de esos placeres simples de la vida y más si se está de vacaciones, alejado del estrés laboral o la rutina que, en ocasiones, pesa.
Encontrar un buen libro puede llegar a convertirse en una misión difícil, pero nunca imposible. A continuación, recomendamos 10 libros que podrán acompañar esos días de verano entre chapuzón y una tapa en una terraza. Todos ellos fáciles de leer y con una historia y personajes que pueden cautivar hasta a los menos lectores.
Supersaurio
Meryem El Mehdati (Rabat, 1991) relata en su primera novela lo que supone ser una chica de veinticinco años en Gran Canaria y comenzar a trabajar en una gran empresa como Supersaurio, la cadena de supermercados más importante del Archipiélago. Con sarcasmo, humor y como si te lo contara una amiga, este libro narra de una manera muy cercana ese paso a la adultez, con el que muchas personas se pueden sentir identificadas.
"Crecer aquí es que la guagua se te vaya en la puta cara y se te venga el mundo abajo porque esto no es Madrid, donde el metro pasa cada cinco minutos. Aquí la 91 pasa una vez cada hora si tienes suerte. El trayecto desde Las Palmas de Gran Canaria a Puerto Rico son 73 kilómetros de ida y otros 73 kilómetros de vuelta que te toca comerte todos los días de lunes a viernes. C. Tangana llora en la limo, tú en los asientos delanteros de la guagua un viernes por la tarde".
Canto yo y la montaña baila
De la playa a los Pirineos, Irene Solà (Malla, 1990) transporta a través de su narrativa con toques poéticos a la alta montaña para dar voz a mujeres, hombres, fantasmas, brujas, perros, corzos e, incluso, a las nubes y la lluvia. “Primero llegan la tormenta y el rayo y la muerte de Domènec, el campesino poeta. Luego, Dolceta, que no puede parar de reír mientras cuenta las historias de las cuatro mujeres a las que colgaron por brujas. Sió, que tiene que criar sola a Mia e Hilari ahí arriba en Matavaques. Y las trompetas de los muertos, que, con su sombrero negro y apetitoso, anuncian la inmutabilidad del ciclo de la vida”. Una historia que salta en el tiempo y que cuenta, a través de todos los personajes inimaginables, la historia de una zona caracterizada por la guerra, la persecución y las leyendas.
El final de todos los agostos
El verano despierta cierta nostalgia. El tiempo para pensar y recordar veranos pasados, en las tardes calurosas en casa de los abuelos, esa playa de la infancia o la primera verbena de adolescente pueden ser esos recuerdos que pasen por la mente. Alfonso Casas (Zaragoza, 1981) ilustra esa nostalgia de lo que se deja atrás contando la historia de Dani, quien vuelve al pueblo costero donde solía veranear en su infancia. Es ahí donde se da cuenta de la importancia que tiene ese lugar en su vida. En él descubrió muchas cosas, entre ellas el significado de la amistad. Un viaje al pasado y al preguntarse qué hubiera pasado si…recorre las viñetas del ilustrador.
Ropavieja
El primer poemario de Lana Neble (Lanzarote, 1995) delinea una fábula dolorosa sobre lo que implica el cambio de roles de una hija y una madre, cuando esta enferma y es la joven la que se tiene que hacer cargo de ella. Representando la enfermedad a través del personaje de Caraperro, la escritora lanzaroteña pone sobre la mesa un plato de ropavieja y los cuidados.
“Ahora sé que la adultez también consiste en aceptar la vejez de tus padres”. A partir de una voz poética que dibuja unos paisajes que pueden transportar a la propia isla de los volcanes durante un verano, este libro representa el duelo, lo doméstico y a la mujer como cuidadora fuera de la imagen dulcificada.
La amiga estupenda
Para quién se sienta con más fuerzas y ganas de devorar libros este verano, la saga escrita por Elena Ferrante (Italia, 1943) puede ser la mejor opción. Cuenta la historia de Lenú y Lila, dos amigas que aprenden lo que es la vida a través de su relación y de las personas que las rodean, a medida que crecen en un barrio pobre de Nápoles, donde la ley del más fuerte predomina por encima de todo lo demás. Los amores, las envidias, las aspiraciones, las necesidades son algunos de los puntos que Ferrante abarca en los cuatros libros que componen la saga. Y si alguien es un poco más remolón con la lectura, también diremos, pero en voz bajita, que hay una serie basada en estas novelas de la escritora italiana.
Los nombres propios
Crecer puede ser complicado, el cómo lo hacemos y quiénes somos son preguntas que nos atraviesan en ese proceso. Marta Jiménez Serrano (Madrid, 1990) narra todo este camino de la vida a través de la voz de la amiga invisible de la protagonista, a quien conocemos con siete años, con dieciséis, veintidós y casi treinta años, todas las etapas con los aspectos que las caracterizan como jugar, los chicos, acabar la licenciatura y tomar decisiones sobre la vida. “Es una indagación sobre la identidad y la relación que establecemos con el mundo que nos rodea”. Este año, la escritora ha sacado su segunda novela No todo el mundo.
Bisutería auténtica
Daniel María (La Gomera, 1985) reúne ocho relatos de travestis, transformistas y mujeres trans, construyendo una crónica de amor con la que rinde homenaje a las identidades disidentes y camp.
“Aquella travesti mayor me miró y me sonrió. Guiñó un ojo. Su párpado sostenía el universo. Es lo más parecido a una bendición que he sentido nunca. Una diosa. Sí. Una revelación. La unción de lo sagrado. El aceite bendito de las travestis es una sombra de ojos. Supe que aquella travesti mayor era una madre, una hermana, una inspiración. Que mi infancia marica se había originado en sus pasos. Sin saberlo, le hice una promesa. Algún día imaginaría su vida y la escribiría. La he llamado Gladis, la Rubia, Lola Jurado, Sarasa, Nancy, Cherilyn… He soñado su vida de mil maneras, en diferentes etapas, en lugares distintos”.
Leche condensada
Después de dos poemarios, Aida González Rossi (Tenerife, 1995) lanza su primera novela en la que aborda temas como la infancia, crecer, las amigas, ser queer en el sur de Tenerife y también los abusos. Todo ello desde una narrativa característica, semejante a la de un videojuego. “Leche condensada es una partida de Pokémon en la game boy.”
Crónica de una muerte anunciada
No podía faltar un clásico en la lista. Cumple lo que se puede esperar de un entretenimiento en una tarde calurosa de julio o agosto al sol, es un libro corto con una historia que engancha, relatada con gusto. Ya sea volviendo a las páginas de Gabriel García Márquez (Colombia, 1927 - México, 2014) o dándole una oportunidad al escritor de realismo mágico, el verano es un momento perfecto para adentrarse en todas sus novelas.
La estrategia del pequinés
La novela negra también tiene cabida en esta lista. Y sin duda, la recomendación es cualquiera de los libros del escritor canario Alexis Ravelo (Las Palmas de Gran Canaria, 1971 - 2023).
“El Rubio dejó de delinquir hace décadas, pero la grave enfermedad de su mujer le hace replantearse las cosas cuando Júnior, un distribuidor local de cocaína, le propone atracar al testaferro de sus jefes en Gran Canaria. Para organizar el asalto, no le costará seducir al Palmera, un parado de larga duración cuyo sueño es abrir un bar, y a Cora, una prostituta de lujo que sospecha cercano el momento en que se esfumen sus encantos”.
