Cristóbal Guerra recreará un 'Templo de la Memoria' en una vivienda de la Cueva Pintada

La propuesta, de carácter inmersivo y sensorial, se puede visitar hasta el 31 de agosto y se presenta este miércoles a las 19:00 horas

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Imagen del artista Cristóbal Guerra./ Cabildo de Gran Canaria
Imagen del artista Cristóbal Guerra./ Cabildo de Gran Canaria

Una de las viviendas indígenas recreadas en el yacimiento del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar, en Gran Canaria, se convertirá en 'Templo de la Memoria' en un trabajo del artista visual Cristóbal Guerra.

La propuesta, que se presenta el día 15 de marzo a las 19.00 horas, es un proyecto artístico de Guerra, se ha podido llevar a cabo a partir del panelado del interior de una de las construcciones que recrea el yacimiento. El resultado es un mural continuo de 60 metros cuadrados, realizado con pintura acrílica. La intervención permanecerá en el interior de la vivienda indígena y formará parte del recorrido de visita habitual del Museo y Parque Arqueológico hasta el próximo 31 de agosto.

La intervención ‘Templo de la Memoria’ se ha desarrollado en el interior de una de las réplicas de vivienda prehispánica próximas a la Cueva Pintada. “Hemos recubierto todas sus paredes con bastidores y lonas como soporte, intensificando el diseño de la planta cruciforme de las viviendas aborigen”, explica Cristóbal Guerra, impulsor de la iniciativa.

'Templo de la Memoria' de Cristóbal Guerra./ Cabildo de Gran Canaria
'Templo de la Memoria' de Cristóbal Guerra./ Cabildo de Gran Canaria

Experiencia inmersiva 

“Pretende ser una propuesta inmersiva, donde las redes neuronales y las conexiones entre raíces y microbiología del suelo nos hacen recrear ese mundo invisible a nuestros ojos”, desarrolla el artista. El proyecto está pensado para estimular los sentidos. Además de las formas y colores plasmados, la experiencia cuenta con la ayuda de difusores de aromas y con la importantísima colaboración del sonido a modo de banda sonora, a cargo del compositor Juanda Mendoza, que ha sabido poner sonido a esos sutiles pero constantes procesos vitales. “Una preciosa composición que logra hacernos sentir el flujo de la vida”, añade Guerra.

El objetivo es partir de la costumbre de pintar el interior de muchas de las viviendas prehispánicas existentes en el yacimiento y, por supuesto, la propia Cueva Pintada, para representar artísticamente el universo natural en el que se desarrollaba la vida de las primeras poblaciones de Gáldar..

“Sabemos que la energía que desprende el friso policromado de la cueva se asemeja para muchos de nosotros a un ‘cerebro’ de toba volcánica donde se guarda la memoria colectiva de los habitantes de este antiguo poblado. Hemos querido representar esa magia neuronal y vegetal, explica el artista y viticultor galdense.

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