A la reducción de emisiones han contribuido varios factores: por un lado, trabajar con proveedores con una menor huella de carbono -proveedores de materia prima, material de envasado y distribución, impacta en casi un 90% en la huella de carbono de la bodega-, y por otro, el uso de energías renovables, medidas de eficiencia energética y movilidad sostenible, además de la reducción del peso de las botellas.
Para Miguel A. Torres, presidente de Familia Torres, “se ha producido un gran esfuerzo para alcanzar nuestro objetivo de reducción de emisiones que en su día considerábamos muy ambicioso. Ahora debemos intensificar aún más nuestras acciones ambientales para mitigar el calentamiento global y también para proteger la viticultura”.
Miguel A. Torres no solo es importante evitar las emisiones de CO2 sino también capturar los gases que están en la troposfera y que son los causantes del calentamiento global. Las acciones se enmarcan en el programa ambiental Torres & Earth que la bodega implementó en 2008 ante la evidencia del cambio climático y al que destina cada año el 11% de sus beneficios.