El CD Laguna SAD, uno de los clubes históricos del fútbol tinerfeño, atraviesa una crisis interna que ha salido a la luz a través de dos comunicados oficiales: uno firmado por la plantilla del primer equipo y otro por la nueva junta directiva, recién incorporada. Entre ambos textos se dibuja un panorama de impagos, desorganización institucional y falta de transparencia que ahora se busca revertir desde una etapa renovadora.
El comunicado del primer equipo, difundido por sus propios integrantes, revela una situación de impagos crítica: “Actualmente, se nos adeudan tres meses de sueldo, así como el doble sueldo correspondiente al mes de diciembre, lo que supone una deuda total equivalente a entre tres y cuatro meses de salario, dependiendo del caso individual”.
Falta de comunicación
Además de la deuda económica, los jugadores denuncian una total falta de comunicación por parte de la anterior dirección: “A esto se suma una nula comunicación por parte de la directiva respecto a la situación económica e institucional del club”.
Pese a los incumplimientos, la plantilla asegura haber competido con profesionalidad y respeto, pero expresa su decepción por haber estado "esperando en todo momento un gesto recíproco que nunca llegó”.
Posibles acciones legales
Los jugadores advierten que ya cuentan con un documento legal que les habilita para tomar medidas: “Se ha firmado un reconocimiento de deuda con fecha 30 de junio, lo que nos habilita a emprender acciones legales si fuera necesario”.
Lo que más indigna a los jugadores es que, mientras ellos siguen sin cobrar, el club esté ya trabajando en fichajes para la próxima temporada "y realizando ofertas a nuevos jugadores, mientras sigue sin cumplir con las obligaciones económicas contraídas con la plantilla anterior”.
Una nueva directiva que hereda el caos
La segunda pieza del rompecabezas llega de la mano de la nueva junta directiva, que ha emitido un comunicado en el que reconoce implícitamente el estado de desorden heredado: “Nos hemos encontrado con una situación que requiere orden, escucha y mucho trabajo”.
Aunque no alude directamente a la deuda con los jugadores, deja claro que ha llegado a gestionar una etapa difícil: “No venimos a juzgar el pasado, porque no formamos parte de él. Venimos a construir el presente y el futuro con una mentalidad abierta, renovadora y con los valores de siempre”.
También piden paciencia y apelan a la transparencia como eje de su proyecto y piden a los jugadores "un poco de paciencia y confianza". "Estamos trabajando con compromiso y rapidez para poder ofrecerles una comunicación clara, directa y completa muy pronto”, añade el comunicado.
