Este martes saltó la noticia de que el Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional ha imputado por delitos de corrupción a los expresidentes de la Federaciones Tinerfeña de Fútbol, Juan Antonio Padrón, e Interinsular de Fútbol de Las Palmas, Antonio Suárez, en dos piezas separadas del caso Soule.
Los entresijos del caso en lo que afecta a la Federación de Fútbol de Las Palmas ya fueron adelantadas por este periódico el miércoles. Ahora, tras haber tenido acceso Atlántico Hoy al auto del juez Luis Francisco de Jorge Mesas, es momento de desgranar de qué se acusa a Juan Antonio Padrón, expresidente de la Federación Tinerfeña.
Relación con Estudio 2000 S.A.
El magistrado considera en su escrito indiciariamente acreditado que el expresidente y su presunto cómplice Ramón Ángel Hernández Bassou abusaron de sus cargos en la Rela Federación Española de Fútbol (RFEF), la Federación Tinerfeña y la Delegación Tinerfeña de Mupresfe para obtener pagos por favorecer la contratación de la empresa Estudio 2000 S.A. como suministradora de material deportivo de la RFEF y para detraer fondos de las entidades referidas.
Estudio 2000 S.A., propiedad de los también investigados Vicente y Fermín Bernard Vico, habría recibido presuntamente entre los años 2009 y 2016 una suma de 36.534.336,23 euros en concepto de suministro de ropa deportiva gracias a la intermediación de Padrón, aunque el auto recoge que esta relación exclusiva ente la empresa y la RFEF se habría producido en una horquilla más grande de tiempo, entre 1997 y 2017, impidiendo a otras mercantiles la posibilidad de competir por esos contratos.
A cambio de mediar en estos favores, Padrón habría obtenido presuntamente una mordida de al menos 1.857.900 euros desde el año 2010, en una gran parte a través de Tenerife Sport S.L., sociedad perteneciente al investigado y en cuya gestión participaría también Hernández Bassou. El desglose de los distintos sobornos presuntamente recibidos por el expresidente se expone en los siguientes párrafos.
Pérdida de Puma
En 2010, Estudio 2000 perdió la exclusividad de la fabricación de la ropa de la marca Puma en España y esto provocó que la RFEF quedó prácticamente como único cliente de la mercantil de los hermanos Bernard Vico. Un año después, Padrón rescindió el contrato que mantenía con la empresa a través de Tenerife Sport S.L., apunta el auto.
Para evitar también una rescisión del contrato con la Federación, los hermanos pactaron entregar a Padrón 438.900 euros que justificaron formalmente como indemnización por la rescisión del contrato con Tenerife Sport.
Presuntos sobornos
Ángel Ramón Hérnandez Bassou, que conocía la motivación real de ese pago en tanto que apoderado de Tenerife Sport S.L., presuntamente recibió un talón de una cantidad similar (418.000 euros), aunque el juzgado no ha podido localizar su ingreso en ninguna de las cuentas de la sociedad.
Años mas tarde, en 2013, según indica el auto del juez, los hermanos Bernard Vico habrían entregado otro importe adicional de 787.000 euros en compensación al trato de favor que ESTUDIO 2000 S.A. recibiría de la Real Federación Española de Fútbol al continuar prorrogando ininterrumpidamente su contrato. Para justificar esta entrega, los implicados simularon un préstamo a través de una filial de la empresa de los hermanos Bernard Vico.
Finalmente, otro de los pagos que habría percibido Juan Antonio Padrón Morales por favorecer la continua contratación de ESTUDIO 2000 S.A. por la Real Federación Española de Fútbol se habría producido el 22 de marzo de 2017 a través de la compra de una de las fincas ya gravadas con el supuesto préstamo antes referido y por un precio muy superior, 632.000 euros, al que se le había otorgado con motivo de este supuesto préstamo.
Saqueo de cuentas
Por otra parte, el auto indica que, desde al menos el año 2009 hasta el 2017, los investigados Juan Antonio Padrón Morales y Ramón Ángel Hernández Bassou habrían abusado de sus cargos para detraer indebidamente sendos importes de 868.551,52 euros y 20.038,65 euros de la Federación Tinerfeña de Fútbol y de Mupresfe a través, nuevamente, de la entidad Tenerife Sport.
Para ello habrían realizado transferencias a favor de dicha sociedad limitada, habrían emitido cheques a su favor con cargo a la Federación que no obedecerían a relación alguna y habrían endosado a la referida sociedad cheques emitidos a favor de terceros.
Algunos de los cheques endosados a Tenerife Sport, por otra parte, se habrían emitido simulando pagos a favor de entidades que no habrían tenido ninguna relación con la Federación y que desconocían la utilización de sus nombres y sellos, como el Club Bajamar o el CD San Gerardo, o a entidades que si bien habían mantenido relaciones comerciales con la Federación Tinerfeña de Fútbol habían recibido con anterioridad los correspondientes pagos.
