Fran Fernández volvió a hacer cambios en el once. Obligado por la sanción de Gio Zarfino, pero también por motivos técnicos. Alberto volvió a perder su puesto en la zaga en favor de Bruno Wilson; Kakabadze entró en la banda derecha adelantándose Shaq Moore, Álex Muñoz en la izquierda y Ramón Folch y Sam Shashoua en el centro de campo y tres cuartos. Otra jornada, otra revolución en el once.
El CD Tenerife, sabedor de la importancia de los tres puntos a disputarse sobre el césped del Helidoro, comenzó intenso. Al minuto ya tuvo oportunidad de ponerse por delante. Aitor Sanz conectaba en el punto de penalti un centro desde la izquierda de Nono, que en los primeros minutos superó a su rival, una y otra vez, creando peligro constante. La réplica del RCD Espanyol llegó por parte de Raúl de Tomás con un lanzamiento lejano que se fue por encima de Ortolá.
El encuentro bajó de ritmo. El miedo se apoderó de ambos conjuntos y demostraban priorizar portería a cero. El campo pareció como si se inclinase a la banda de la grada de Tribuna. Por un lado Sam Shashoua y Nono generaban peligro para el CD Tenerife y Embarba asustaba desde la derecha, con centros, e intentando aprovechar los errores de los locales. El peligro de las bandas no se escenificaba en las áreas y Diego López, a excepción de la primera ocasión de Aitor, no tuvo más trabajo en la primera parte, en parte, por la desafortunada puntería de Shashoua en la más clara para los tinerfeñistas. El británico no aprovechó un regalo en la frontal y cruzó en exceso, como tampoco había aprovechado Embarba un error de Ortolá. El cancerbero tinerfeñista, sí estuvo providencial al borde del descanso con una mano arriba que evitó que Fran Fernández, y sus pupilos, se fuesen por debajo del marcador tras los primeros 45 minutos.
El paso por los vestuarios sintió mejor al RCD Espanyol. Los catalanes tuvieron la primera oportunidad de la segunda parte, con un lanzamiento lejano de Fran Mérida. El encuentro fue de más a menos. Centrocampisto puro, mucho juego horizontal y poca profundidad en ambos equipos, que se limitaron a lanzamientos largos en busca de sus delanteros. Raúl de Tomás gozó de su oportunidad, pero se le fue alto. El miedo a perder venció a las ganas de triunfo de tinerfeños y catalanes, que dieron por bueno el empate sin goles, mientras pasaban los minutos.
El próximo jueves, ante el CD Lugo, una nueva oportunidad de empezar a despejar y romper unas estadísticas que se limitan a 8 partidos, 8 puntos.