Los paradones del portero en la tanda final fue la mejor noticia en Majadahonda. Hubo otras buenas señales, como el espíritu racial de Suso -ya son 304 partidos y no creo que nadie se atreva a negarle la renovación- o que la incorporación de los hombres de la primera unidad (el propio capitán o Luis Milla) mejorasen al Tenerife en el segmento definitivo de la contienda.
Empiezo por lo bueno, porque para lo malo necesitaríamos un artículo aparte. Las sensaciones fueron pésimas en tres cuartas partes del partido, no hubo afán reivindicativo de los presuntos suplentes, la banda izquierda fue un drama permanente, un Segunda B desarboló al representativo en el arranque de la primera mitad y también en la segunda, la salida de vestuarios tras el descanso rozó lo vergonzoso y en defensa hubo errores groseros, muy groseros. Solo la falta de puntería del Rayo le privó de marcar más goles, pero la realidad es que pudo hacerlo antes y después de empatar a uno, lo cual mereció con creces.
Dejó mal pálpito el Tenerife en su segundo partido del año, su floja actuación trajo peaje (el esfuerzo adicional de 30 minutos y la tensión de los penaltis) y junto a la clasificación para dieciseisavos, lo mejor para el equipo fue que no se viera su floja puesta en escena ante un rival menor. Apenas unos pocos -los enviados especiales de la prensa y el puñado de incombustibles peñistas de la Ibérica- vimos in situ el papelón de los blanquiazules, que coquetearon con la eliminación y pasaron por los pelos. Hay quien dice que mejor habría sido quitarnos de encima la Copa, pero yo lo prefiero así. Aunque clasificarse suponga tener una semana de sobresaltos justo antes del derbi, que está a la vuelta de la esquina.
P.D. Me cuentan que Samuel Shashoua y Mazán están con un pie y medio fuera. Y que cerrar las salidas es el paso inmediatamente anterior a confirmar los primeros fichajes. Al menos dos están ya atados. La remodelación invernal es imprescindible. Pero más aún que recuperen el pulso los que ya están. El sábado, algunos no llegaron ni al aprobado raspado.