El futbolista había ingresado como revulsivo en los últimos 15 minutos, pero no pudo acabar el partido ya que al saltar para darle con la cabeza al balón, pisó la bota de un rival al caer lo que le hizo doblarse el tobillo de manera aparatosa. Enseguida entraron las asistencias y sus gestos y gritos de dolor fueron muy duros. Por si fuera poco, mientras era retirado, la camilla que le llevaba se partió cayendo al suelo.
El jugador fue trasladado al Centro Médico Virgen de la Caridad, donde tras una primera exploración se ha descartado una lesión ósea. El centrocampista blanquiazul será sometido a nuevas pruebas, en los próximos días, para ampliar el referido diagnóstico. Aunque la situación parece menos grave de lo que en un principio parecía, Zarfino estará de baja varias semanas.