O lo que es lo mismo, el Tenerife ofreció un fútbol que invita a mirar el futuro con optimismo y dejó la sensación de ser un equipo capaz de competir ante cualquier rival. Y de ganarle... al menos en el Heliodoro, que 'aprobar' como visitante es una asignatura aún pendiente. Y la próxima prueba, en Riazor ante el Deportivo, no va a ser sencilla. En suma, que uno recuerda el Tenerife-Nástic y analiza el Tenerife-Málaga y concluye que la nueva versión blanquiazul no debería tener ningún apuro para eludir el descenso.
Racic, en un lance del juego ante el Málaga | @jacfotografoInyectado ya un chute de optimismo en vena, procedemos a mirar la clasificación. Y entonces estamos obligados a convenir que es necesario fichar un 'nueve', un goleador que 'traduzca' en victorias y puntos el buen juego del Tenerife. Porque el grupo de Oltra fabrica ahora mucho mejor juego que hace un par de semanas, aunque sigue careciendo de gol. Víctor Moreno ha hecho un buen trabajo al lograr las incorporaciones de Racic y Lasso, pero se antoja una irresponsabilidad dejar incompleta la revolución.
Es posible que el nivel de la plantilla y del equipo pueda mejorar con el fichaje de un portero, un lateral zurdo y hasta un extremo izquierdo. Y que esas incorporaciones sean básicas de cara a una planificación a medio plazo, pero entre lo importante y lo urgente me quedo con lo urgente. Porque la clasificación y el calendario nos recuerdan cada día que el Tenerife perdió cuarenta goles en verano y que sigue sin tener sustituto para generar la producción ofensiva que aportaron Longo (12), Casadesús (10), Villar (9) o Juan Carlos (8).
Con Tyronne y Joao en la rampa de salida, quedarían huecos en la plantilla para dar cabida a un goleador; y hasta podría abrirse un margen salarial para fichar a un futbolista importante. Y si no fuera así, nunca hay que descartar una apuesta por la cirugía mayor: prescindir de alguna de las adquisiciones-estrella del verano. Porque el juego del actual Tenerife es una invitación al optimismo y la tranquilidad, pero la clasificación nos sigue recordando cada día que la revolución está incompleta. Y que es necesario un 'nueve'.