El Tenerife lleva sin con seguir tres puntos lejos del Heliodoro desde principios de diciembre, cuando venció en el campo del Eldense. Quizá por este motivo Asier Garitano se encomendó a la Divina Providencia para el choque de este fin de semana en La Romareda, el último antes de la fecha límite que el propio entrenador se ha marcado a lo largo de la temporada para evaluar las aspiraciones del equipo.
"Todavía no ha terminado la Semana Santa. Vamos al Domingo de Resurrección, que suelen ocurrir milagros, y luego vienen 50 días de tiempo de Pascua", señaló el técnico como réplica a quienes consideran que el equipo ya se ha quedado sin opciones de soñar con un final de campaña emocionante. Puede que por Zaragoza pase el último tren del Tenerife y Garitano anticipa la dificultad del reto. "En esta categoría hay pocos equipos, y más en segundas vueltas, que saquen adelante un partido como visitantes", señaló.
Treinta puntos en juego
Acerca de la situación clasificatoria, el míster admite que "estamos un poquito al límite y nos hubiera gustado estar más cerca de los mejores, esos dos, tres o cuatro puntos", estimó. En estos momentos el Tenerife está a ocho unidades del play-off cuando quedan 30 puntos por jugarse.
A la hora de analizar las carencias del equipo para llegar a esta altura de temporada prácticamente obligado a ganar a domicilio, Garitano se refirió al actual, el Leganés. El equipo con el que el técnico consiguió su único ascenso a Primera División es ejemplar por su control de las áreas, tanto en defensa como en ataque.
Precisamente es cerca de cada portería donde suceden "los pequeños grandes detalles que marcan muchas diferencias", comentó Asier. "Igual el Leganés no es el más talentoso pero está demostrando ser el mejor", concluyo el míster.