El sector del transporte discrecional de Canarias ha expresado su rechazo rotundo al nuevo sistema de cobro que AENA pretende aplicar a partir de enero de 2026 a las guaguas que operan en los aeropuertos del archipiélago.
La medida arrancaría en Lanzarote y Tenerife Sur, para extenderse posteriormente a Fuerteventura y Gran Canaria hasta 2027, y equipararía las tarifas de estos vehículos a las del aparcamiento para coches particulares.
Sobrecoste inasumible
Las empresas sostienen que la decisión es “meramente recaudatoria” y que supone un golpe directo tanto para el transporte como para la industria turística. Calculan que el sobrecoste mensual por vehículo podría superar los 6.000 euros, una cifra difícil de asumir en plena temporada alta de invierno 2025-26, cuyos paquetes turísticos ya están vendidos y no permiten trasladar nuevos costes a touroperadores o viajeros.
El sector argumenta que el sistema no responde a ninguna necesidad objetiva, puesto que no existen problemas de espacio para la operativa de guaguas en ningún aeropuerto del archipiélago. AENA ha planteado un tiempo de cortesía de una hora, pero las empresas recuerdan que la logística habitual —entre preparación del servicio, llegada de vuelos, equipajes y organización de grupos— requiere en torno a tres horas de presencia en el recinto aeroportuario.
Riesgo de colapso
Además, los contratos con touroperadores exigen que las guaguas se sitúen en el aeropuerto al menos una hora antes de la llegada prevista de los viajeros. A esto se suman retrasos habituales en vuelos chárter, así como las demoras de hasta dos horas en los controles de entrada de pasajeros extracomunitarios, especialmente británicos desde el Brexit. Según las empresas, estos factores hacen imposible ajustar la operativa para evitar la tasa sin comprometer la calidad del servicio.
Las compañías alertan también de que, si se vieran obligadas a permanecer fuera del recinto hasta el momento exacto de la recogida, las terminales podrían saturarse con cientos de turistas esperando sin espacio suficiente, una situación para la que los aeropuertos canarios “no están preparados”. En otros aeropuertos del Estado, AENA ha habilitado bolsas reguladoras gratuitas que permiten a los vehículos esperar sin coste, pero en Canarias no se ha ofrecido esta alternativa.
El sector considera la medida una contradicción con las políticas de sostenibilidad y de promoción del transporte colectivo, al gravar a las guaguas con las mismas tasas que a los vehículos particulares pese a ser la opción más eficiente en emisiones y ocupación del espacio.
Ante este escenario, las empresas anuncian que solicitarán apoyo institucional a administraciones públicas y organizaciones empresariales para frenar un “tasazo” que, aseguran, podría comprometer la competitividad turística del archipiélago.
