Alsa enseña la patita en Arinaga con un plan de transporte discrecional para trabajadores. / AH
Alsa enseña la patita en Arinaga con un plan de transporte discrecional para trabajadores. / AH

Alsa enseña la patita en Arinaga con un plan de transporte discrecional para trabajadores

El gigante del transporte, a través de Canary Shuttle, se posiciona en el mayor polígono industrial de Canarias con un proyecto piloto de guaguas lanzadera para empleados, en medio de la crisis de movilidad y falta de personal en la zona

Martín Alonso

El Polígono Industrial de Arinaga, pulmón económico del sureste grancanario, se ha convertido en un laboratorio para probar nuevas soluciones de movilidad. Más de 300 empresas de las 800 asentadas en el recinto se han sumado ya al proyecto Red de Movilidad Polígono Arinaga, una iniciativa público-privada impulsada por Canary Shuttle – Alsa que prevé poner en marcha en un año un servicio discrecional de guaguas lanzadera para los trabajadores.

El objetivo es doble: reducir el uso del coche privado y atajar los atascos crónicos de la GC-1, al tiempo que se resuelve uno de los mayores cuellos de botella del polígono: la falta de mano de obra por la carencia de transporte público eficiente. La Asociación de Empresarios de la Zona Industrial de Arinaga (Aenaga) respalda el proyecto y lo considera clave para retener y atraer empleados.

Estrategia de Alsa

Aunque la propuesta se presenta como un ensayo de movilidad sostenible, lo cierto es que ALSA mueve ficha en el transporte laboral canario, un nicho hasta ahora poco explorado en las Islas. La compañía, a través de su Alsa Mobility Lab, ha diseñado un sistema flexible que conectará Arinaga con Las Palmas de Gran Canaria, Telde, Maspalomas y otros puntos de la Isla.

El plan incluye paradas intermodales en la estación de San Telmo y en bolsas de aparcamiento disuasorio como Lo Alisios, La Mareta y Maspalomas, desde donde partirían los empleados hacia el polígono. Según la empresa, 8.000 trabajadores ya se han mostrado dispuestos a usar el servicio, una cifra equivalente a 8.000 coches menos en circulación.

Cambio de mentalidad

Para Lucrecio Suárez, presidente de Aenaga, el proyecto no solo es una apuesta por la sostenibilidad, sino también una cuestión de supervivencia industrial. “Si los trabajadores no tienen coche, simplemente no vienen. Es un freno constante para conseguir empleados”, advierte.

El empresario insiste en que el éxito dependerá de un cambio cultural en empresarios y plantilla: “Hay que empezar a dejar el coche en casa”.

Alsa agita el transporte en Canarias: del conflicto laboral al fantasma del concurso en Gran Canaria. / AH
Guagua de Alsa en el Aeropuerto de Gran Canaria. / AH

La financiación será compartida: cada empresa recibirá ayudas para costear el transporte de su personal, mientras que los empleados harán una aportación simbólica, todavía por definir. La iniciativa se encuentra en fase experimental, con rutas adaptadas a los turnos de trabajo y seguimiento a través de una aplicación móvil.

Empleo y formación

La movilidad no es el único frente abierto en Arinaga. El déficit de personal cualificado ha llevado a las empresas a reclamar más formación adaptada al entorno productivo. Un paso importante ha sido la puesta en marcha del primer módulo de FP Dual en Madera, impartido en el IES Agüimes, cuyos alumnos realizan prácticas en empresas del polígono.

“Casi todos los alumnos se quedan trabajando donde hacen prácticas. Esa es la clave: formación útil para la industria”, señala Suárez.

Aenaga pide al Gobierno de Canarias nuevos ciclos de FP Dual especializados, que puedan impartirse en el CIFP de Agüimes o en centros próximos al polígono, con el fin de acelerar la incorporación de jóvenes al mercado laboral y frenar el cierre de empresas por falta de personal.

Arinaga, laboratorio canario

La suma del plan de transporte discrecional de Alsa y la apuesta por la formación profesional dual configura una estrategia integral para revitalizar el tejido industrial de Arinaga, consolidado como uno de los motores económicos de Gran Canaria.

El proyecto, pionero en el Archipiélago, servirá de referencia para otros polígonos industriales, donde el reto de la movilidad y la carencia de personal se repiten con la misma intensidad. Y, de paso, deja entrever un movimiento de fondo: Alsa enseña la patita en el transporte de trabajadores, un mercado con enorme potencial en Canarias, con el concurso de la red insular de líneas —servicio que ahora presta Global— en el horizonte.