En los tiempos que corren la falta de vivienda en venta que sea asequible está a la orden del día, y ver un piso o una casa por debajo de los 120.000 euros es una oferta más que apetecible. El “truco” en muchos casos es que esa vivienda está “okupada”, e incluso esa situación se llega a ocultar para atraer compradores.
“No se puede visitar” o “vivienda en estado de ocupación” son alguno de los anuncios que podemos encontrar a día de hoy en los principales portales de búsqueda de inmuebles. Los datos avalan esta información, ya que en Canarias hay más de 500 viviendas okupadas que se anuncian a la venta en portales como Idealista. Una práctica que ocurre desde tiempos de la crisis económica del 2008 pero que ahora es mayor porque en esa época no se podían poner en venta hasta que el propietario procediera al desalojo.
Tal y como publicaba este medio, cabe recordar que no existe un problema real de okupación como tal en las Islas, como indican los datos del Ministerio de Interior, y a su vez, la diferencia existente entre ocupación ilegal y las personas inquilinas que no realizan los pagos correspondientes del arrendamiento.
Atraer
Aprovechando la fuerte demanda existente en la compra de vivienda, la práctica de ocultar la situación del inmueble parece ir creciendo poco a poco. Le ha ocurrido a Carlota, una joven tinerfeña que busca comprar una casa desde hace un año porque le resulta más factible pagar un alquiler que una hipoteca. Recientemente vio una vivienda a 97.000 euros, y cuando contactó para verla habían omitido en el anuncio una información importante: estaba okupada.
“Nos han llegado clientes diciéndonos que han visto una vivienda barata y a la hora de averiguar vemos que han pasado por alto decir que hay un inquilino o un okupa. Se ha dado el caso de particulares y empresas que ocultan ese detalle con el ánimo de atraer más contactos”, valora Maurizio Cattarossi, portavoz de la Asociación Canaria de Empresas de Gestión Inmobiliaria (ACEGI) y del comité de Tenerife.
En venta
En el caso de las viviendas que sí describen su situación, Cattarossi apunta que una gran mayoría de quienes acceden a su compra son inversores. "Son prácticamente el 99,9% de los casos porque son personas que no tienen prisa por comprar y, tal y como está el mercado, esperan a que se resuelva la situación y a la larga les será rentable. No tienen por qué ser grandes inversores ni grandes empresas y de hecho vienen de todos lados. Hay canarios”, recuerda.
No solo con okupas, también se sacan al mercado viviendas con inquilinos a los que les queda cierto tiempo de contrato.