Pescadería Artiles, en el mercado Central de Las Palmas de Gran Canaria. / Atlántico Hoy
Pescadería Artiles, en el mercado Central de Las Palmas de Gran Canaria. / Atlántico Hoy

Canarias, a la cola del consumo de pescado: el precio y el cambio de hábitos hunden la demanda

Canarias es la región que menos pescado consume en España: 14,4 kilos por persona al año frente a los 19,19 de la media | El precio elevado y el auge del congelado desplazan al fresco de la dieta del archipiélago

Alberto Ley

El consumo de pescado en Canarias atraviesa su momento más bajo en décadas. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada habitante del Archipiélago consume 14,4 kilos al año, frente a los 19,19 kilos de la media nacional. Una diferencia de casi cinco kilos que coloca a Canarias como la comunidad donde menos pescado se come en todo el país, pese a su tradición marinera y a la abundancia de especies locales.

Miguel Ángel Delgado, secretario de la Cofradía de Pescadores de Mogán, reconoce que la situación preocupa al sector. “Los canarios consumen muy poco pescado fresco, y mira que promocionamos nuestras especies”, explica. Desde la cofradía han impulsado iniciativas para acercar el producto a la ciudadanía, como la apertura de pescaderías propias o campañas en colegios e institutos, pero la respuesta sigue siendo insuficiente. “A veces no tenemos pescado suficiente para abastecer el mercado local, y aún así el consumo es bajo”, lamenta.

El precio, principal obstáculo

La caída del consumo se explica en gran medida por el precio. Delgado lo ilustra con un ejemplo cercano: “No todo el mundo está para pagar un kilo de sama a 17 o 20 euros. El pescador vende a un precio asequible, pero cuando el producto llega a las grandes superficies se dispara”. Esa diferencia de costes, unida a la pérdida de poder adquisitivo de muchas familias, ha empujado a los consumidores hacia alternativas más baratas.

El pescado congelado es la principal de ellas. En los últimos años ha ganado terreno en la cesta de la compra, desplazando al fresco. También la acuicultura y las importaciones desde países como Mauritania o Senegal ofrecen precios más bajos, aunque a costa de restar espacio al producto local. “Cada cual elige lo que consume, pero es evidente que el pescado de aquí se queda atrás, pese a su calidad”, admite Delgado.

La campaña 'We like fish' busca aumentar el consumo del pescado en Canarias / A.H.
La campaña 'We like fish' busca aumentar el consumo del pescado en Canarias / A.H.

Promoción insuficiente

Desde el sector pesquero canario se insiste en la necesidad de reforzar la promoción del pescado local. “Nosotros ya lo hacemos desde las cofradías, pero organismos como el Cabildo o el Gobierno de Canarias tienen que invertir mucho más en campañas que lleguen al consumidor canario”, reclama Delgado. La idea no es nueva: distintas administraciones han impulsado programas de fomento del consumo en los últimos años, pero la brecha con la media nacional no se reduce.

Un retroceso sostenido

El problema no es coyuntural. El consumo de pescado en Canarias ha ido disminuyendo de manera constante en la última década, y lo que antes era un alimento central en la dieta isleña hoy pierde peso frente a otros productos. Los precios, la falta de tiempo para cocinar pescado fresco y la preferencia por alimentos más rápidos de preparar forman un cóctel que explica la tendencia.

La paradoja es que, en un territorio con tradición marinera y donde la pesca artesanal sigue teniendo un papel económico y social importante, los canarios comen menos pescado que nunca. Para Delgado, el mensaje es claro: “Si queremos que el consumidor apueste por calidad, hay que hacer un esfuerzo mayor en promoción y apoyo al sector”.