Canarias impulsa el hidrógeno para avanzar hacia una economía más sostenible

Se abre un horizonte para la creación de empleos sostenibles, en un proyecto tangible que activa el desarrollo de nuevas cadenas de valor y la descarbonización de los territorios insulares

Guardar

La consejera de Economía del Gobierno de Canarias, Elena Máñez, junto a la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant./
La consejera de Economía del Gobierno de Canarias, Elena Máñez, junto a la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant./

La consejera de Economía del Gobierno de Canarias, Elena Máñez, y el director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI), Carlos Navarro, participaron este viernes en la presentación del Plan de Energía e Hidrógeno renovable, en el Centro Nacional de Hidrógeno en Puertollano (Ciudad Real), junto con la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Dentro de este plan Canarias aportará 2,15 millones de euros para la puesta en marcha del proyecto ‘Gestión inteligente y aprovechamiento de energías renovables marinas en sistemas insulares’, que complementan los 3,85 millones del Ministerio de Ciencia e Innovación. 

De esta manera se abre en Canarias un horizonte para la creación de empleos sostenibles, que se concretarán de forma inmediata, en un proyecto tangible, que activa el desarrollo de nuevas cadenas de valor y la descarbonización de los territorios insulares, propiciando al mismo tiempo nuevas oportunidades de diversificación de la actividad económica.

El proyecto canario, dentro de este ambicioso plan pensado para una colaboración permanente con otras comunidades autónomas, se implantará en la Plataforma Oceánica de Canarias y se centrará en la investigación sobre la mejor manera de obtener hidrógeno del agua marina, empleando únicamente energía eólica, puesto que una de las mayores dificultades para obtener este elemento es la gran cantidad de energía necesaria para descomponer las moléculas de agua y, de hacerse con fuentes no renovables, dejaría de considerarse como una energía totalmente limpia.