Canarias urge una modificación del sistema eléctrico

El panorama que se avecina en relación a la energía en Canarias poco o nada tiene que ver con lo que históricamente se ha desarrollado en el Archipiélago.

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Central de Las Caletillas, Candelaria, parte del sistema eléctrico de Canarias. / Atlántico Hoy
Central de Las Caletillas, Candelaria, parte del sistema eléctrico de Canarias. / Atlántico Hoy

El sistema eléctrico canario requiere de un cambio para dar respuesta a sus limitaciones. El Archipiélago canario es el único territorio con un sistema eléctrico con limitaciones al uso, lo que causa que no toda la energía que se produce en las islas puede ser admitida por el sistema y se vierta. Esta situación ha llevado al sector energético de las Islas y al propio Gobierno de Canarias a reclamar un cambio en la legislación del sistema eléctrico canario, sobre todo porque no hace justicia a la propuesta de descarbonización para 2040. 

El panorama que se avecina en relación a la energía en Canarias poco o nada tiene que ver con lo que históricamente se ha desarrollado en el Archipiélago. El modelo tradicional actual es un modelo centralizado, con una producción unidireccional que va de la central al consumidor, pero con el nuevo Plan de Transición Energética se pasará a un modelo bidireccional donde el consumidor también puede ser productor, tal y como ha explicado el consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena

La regulación del sistema eléctrico canario se aprobó justo el año que se firmó el Acuerdo de París, en 2015, donde los países firmantes se comprometieron a la descarbonización para el año 2050. Sin embargo, la propuesta del Gobierno canario es adelantar ese abandono de los combustibles fósiles 10 años, por lo que según manifiesta a Atlántico Hoy el director del Máster de Energías Renovables de la Universidad de La Laguna y profesor, Ricardo Guerrero “la regulación ya no sirve, hay que rehacerla totalmente”. 

El almacenamiento energético, el autoconsumo o la inyección de energía de la mano de las renovables tan solo son algunos de los aspectos que se deben tener en cuenta en el próximo documento. De hecho Guerro añade que ni desde el punto de vista tecnológico sirve este sistema: “ahora tenemos blockchain, generación distribuida, servicio de flexibilidad, tecnología de previsión,... y tenemos una regulación en Canarias en que sigamos igual”. Y pone de ejemplo los ceros energéticos como consecuencia de este sistema. 

Tal y como ha informado el consejero, se prevé que en pocas semanas se constituya el Observatorio de la Energía de Canarias para que en “dos meses” se dé una respuesta al Gobierno nacional en materia de regulación del sistema eléctrico en Canarias. “Necesitamos una regulación específica. No nos vale las normas del continente europeo ni el territorio peninsular, se quedan desfasadas”, opinó Valbuena hace unas semanas. Así, ha destacado que en esa propuesta se debe plantear un sistema ágil de modificación de la planificación de la red de transporte en Canarias, así como aspirar a un mercado propio. 

Vertidos de energía

Al desfase de esta regulación se suma una problemática que se da en los sistemas de Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote-Fuerteventura: los vertidos energéticos. Las singularidades del territorio insular y de la propia estructura energética hacen del sistema eléctrico canario vulnerable. Actualmente esta estructura no es capaz de absorber al 100% la producción energética de los tres sistemas mencionados, por lo que se está desperdiciando energía, tanto por la incapacidad de la interconexión como por la falta de almacenamiento energético. 

Esta energía se desaprovecha por las estimaciones de lo que se llama la energía producible y la energía que finalmente se produce, por lo que la producibilidad se basa en una información que desde punto de vista de Guerrero tiene que mejorar la forma de gestionarse y la transparencia a la hora de decir a los parques eólicos cuándo pueden producir y la cantidad en relación a la cantidad de producción. 

“Hace falta una mayor estimación de qué cantidad de energía se pierde de las renovables y no se integra en la red eléctrica”, explica el profesor. Para ello, tal y como explica Guerrero, la transparencia se soluciona a partir de una modificación de los procedimientos operativos, que “tienen que estar mejor elaborados”. Por otra parte, en cuanto a la estimación de energía producible ha destacado que “tiene que haber una mejor monitorización de los grupos de integración renovables y a la vez, esos grupos tienen que estimar de acuerdo con protocolos establecidos esa energía producible cuánto es, eso aún falla”.

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