Persona trabajando con el ordenador / AH
Persona trabajando con el ordenador / AH

Canarias necesita con urgencia 7.000 trabajadores en el sector tecnológico

Una de las consecuencias de este déficit es que se puede retrasar la digitalización de las empresas en el Archipiélago

marcos moreno

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Canarias tiene un déficit de 7.000 trabajadores en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) —en la actualidad cuenta con unos 22.000 empleados en 2.900 compañías—. La necesidad de cubrir las vacantes es urgente porque cada día que pasa se incrementa la actividad. Ninguna empresa es ajena a la velocidad que han tomado los procesos de digitalización en una época donde la inteligencia artificial o el análisis de datos aporrean la puerta para ser los protagonistas. Lo más desesperante, quizás, es tener que vivirlo día a día sin posibilidad de hacer cálculos a futuro porque nadie es capaz de prever lo que ocurrirá en un ámbito tan volátil.

“Quien diga que conoce o que tiene idea de cuál va a ser la tecnología que vamos a usar dentro de una década está mintiendo”. Así de tajante se muestra Juan Ramírez, presidente del Círculo de Empresarios de Gran Canaria, en declaraciones concedidas a Atlántico Hoy. Va incluso más allá para añadir que “es prácticamente imposible hacer ninguna proyección más allá de tres, cuatro o cinco años a todo reventar”. Lo que sí tiene claro el también presidente de INETEL Technologies es por qué a día de hoy las Islas tienen un agujero tan grande en las plantillas tecnológicas —spoiler: la globalización tiene algo que ver—.

Un mundo conectado

Explica que, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, las empresas extranjeras acuden a los caladeros donde hay profesionales independientemente de su ubicación. En definitiva, las consecuencias de tener un planeta interconectado. “Nos estamos encontrando con que a nuestros buenos técnicos no se los llevan las compañías que están aquí instaladas o incluso a nivel nacional, lo hace una de Noruega en la que nuestros técnicos teletrabajan y ni siquiera saben dónde está dónde está ubicada [la oficina principal]”, subraya.

Ramírez expone que las consecuencias para el Archipiélago son negativas dado que, dice, va a retrasar la digitalización de las empresas canarias. “Pero esto no es un tema solo de Canarias, el mundo en su conjunto está sometido a esta a esta falta de técnicos”, indica. Por si alguien se está preguntando qué tipo de puestos se están buscando, el presidente de INETEL Technologies pone sobre la mesa que las empresas ya establecen diferencias entre los distintos tipos de ingeniería. “Prácticamente con que tengas predisposición ya nos vales”, admite.

Puesto de trabajo con tecnología de última generación / UNSPLASH
Puesto de trabajo con tecnología de última generación / UNSPLASH

Reacondicionar titulados

El presidente del Círculo de Empresarios de Gran Canaria exclama que para hacer frente al problema no hay soluciones mágicas. Para él, la clave pasa por llevar a cabo una medida que ya se tomó a finales de los años 80: reacondicionar titulados. Se trata de buscar universitarios que hayan cursado otras carreras con el objetivo de convertirlos al sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Además, pone el foco en la formación profesional (FP) porque es un ámbito donde, bajo su punto de vista, hay también mucho talento. 

Ramírez considera que en las universidades canarias son capaces de generar talento. “Lo que pasa es que en el ámbito de las ingenierías no terminamos de encantar a la gente o de seducirla, vemos todos los años cómo los grados en otros ámbitos están prácticamente abarrotados a pesar de tener una muy mala salida al mercado laboral. Y, en ingeniería, con los salarios más altos del mercado, no sucede”, reflexiona.

Imagen de un hombre trabajando con un ordenador / PEXELS
Imagen de un hombre trabajando con un ordenador / PEXELS

¿Y las mujeres?

Otro hándicap con el que se encuentran tiene relación con cuestiones socioculturales. Lamenta que en la actualidad hay menos mujeres matriculadas en las carreras de ingeniería e informática que hace 20 años, “eso no tiene sentido ninguno”. “Eso conlleva a que renunciemos al 50% de la población en cuanto a generar nuevos profesionales”, apostilla. 

“Habrá que ir a los colegios y explicarles a nuestras chicas y a nuestras niñas que las profesiones relacionadas con las ingenierías o con las tecnologías de la información y las comunicaciones no son patrimonio de los hombres. Esas fuertes masculinizaciones que hay de estas profesiones está impidiendo el desarrollo de la actividad. Estamos asistiendo a un fenómeno que no tiene una explicación”, prosigue. 

Palanca de cambio

Pedro Andueza, CEO y director general de Velorcios Group, señala que la digitalización es una palanca de cambio que no solamente es en sí un generador de actividad económica, sino que además hay que analizar cómo afecta el resultado de esos trabajos de la tecnología en el resto del ecosistema económico. “El objetivo es transformar y ayudar a mejorar la productividad de sectores como son la agricultura, el turismo, la construcción”, expresa. 

Como la digitalización penetra de forma tan directa en todos los ámbitos, el déficit de 7.000 trabajadores en las TIC, para Andueza tiene una incidencia directa con respecto al empleo, a la economía y al Producto Interior Bruto (PIB). Asevera que las empresas del sector tecnológico representan alrededor del 1,9% del total de entidades que hay en las Islas.

Perfiles

“Hay una demanda de empleos que no son cubiertos en el sector tecnológico, pero además eso se va a ir incrementando en los próximos años, sobre todo en perfiles cada vez más especializados y difíciles de cubrir: ciberseguridad, inteligencia artificial, análisis de datos o desarrollo de software”, sostiene Andueza.

Su análisis es que hay un problema a la hora de formar a esos profesionales. “Tenemos una demanda tan alta porque la digitalización está avanzando en términos muy potentes sobre todo después la Covid-19, la economía digital es un sector basado en el conocimiento en el que cada vez más los profesionales, no solamente emigran a otros países, a otros proyectos empresariales y a otras empresas en el sector tecnológico, sino que además muchas empresas de fuera vienen a Canarias a contratar personal manteniéndolos en teletrabajo”, afirma en sintonía con Ramírez.

"Un elemento clave"

Asegura que el modelo laboral ha cambiado y es necesario adaptarse, así como que estas situaciones provocan que esa fuga de cerebros también resten a los demandantes que existen. Culmina con que en las Islas existe un ecosistema de empresas tecnológicas más pequeñas que la que puede haber en otras regiones por ejemplo en Madrid o Barcelona. 

“Tenemos que trabajar para darle más oportunidades a ese talento para que no se vaya fuera. Luego trabajar para contar con hubs tecnológicos que nos permitan tener un mayor tamaño y un mayor músculo. Eso es un elemento clave también para el futuro de Canarias”, culmina.