El desempleo registrado en Canarias descendió en junio en 1.467 personas, un 0,96 % menos que en mayo. En el último año, el paro ha caído en 13.756 personas, un 8,36 % menos, hasta un total de 150.704 desempleados, según el Ministerio de Trabajo.
Pero la lectura que hacen sindicatos, patronal y expertos económicos no es unánime. Si bien todos valoran la tendencia a la baja, coinciden en que los datos esconden problemas estructurales del mercado laboral canario: temporalidad, dependencia estacional y una medición del paro que no refleja toda la realidad.
UGT pide estabilidad
Desde UGT Canarias, su vicesecretario general, Francisco González, ve en la reducción del paro “una buena noticia”, pero subraya que no basta con que bajen las cifras: “Necesitamos empleo estable. Vivir al ritmo del sector servicios no permite a los trabajadores tener un plan de vida”.
El dirigente sindical alerta del peso excesivo de la contratación temporal, que afecta especialmente a jóvenes y trabajadores del turismo y el comercio: “Es precarización. Aceptan lo que sea por miedo al futuro”.
Juventud y experiencia
UGT también valora positivamente que el paro juvenil haya caído a mínimos históricos, aunque lo vincula a un cambio generacional más que a mejoras estructurales. González afirma: “Debe haber relevo, pero con condiciones dignas. No por enfermedades profesionales ni jubilaciones masivas”.
Respecto al desempleo de larga duración, destaca la urgencia de reincorporar a personas entre 45 y 55 años: “Tienen experiencia, conocen sus derechos y aún pueden aportar muchísimo. No podemos dejarlos fuera”.
La patronal duda
Desde la Confederación Canaria de Empresarios, su vicepresidente, José Cristóbal García, lanza un mensaje claro: “Los datos de paro enmascaran la realidad. No hay menos desempleo, hay más personas que no se cuentan como paradas”.
García denuncia que los fijos discontinuos —ocupados en búsqueda activa de empleo— crecieron en 4.900 personas en junio. “No se consideran parados, pero lo están. Si se contabilizaran correctamente, el paro habría subido”.
Más despidos, menos horas
El portavoz de la patronal advierte además del aumento de contratos temporales y despidos. “La actividad estacional no puede sostener contratos indefinidos. Las empresas recurren a despidos para ajustarse a la realidad económica”, afirma.
También señala que la caída de horas trabajadas distorsiona los datos: “Se firman más contratos, pero con menos carga laboral. La estadística mejora, pero el empleo no”.
Visión del economista
El gerente del Colegio de Economistas de Santa Cruz de Tenerife, Juan José Hernández, coincide en que el descenso del paro responde sobre todo a la estacionalidad: “La afiliación apenas ha subido. El empleo neto no ha crecido”.
Hernández añade que el 60 % de los contratos fueron temporales, lo que impide hablar de una mejora sostenible: “La gente cobra menos, trabaja menos horas y no puede construir un proyecto de vida con estas condiciones”.
Datos con trampa
Según el economista, la reforma laboral no ha impedido el uso de subterfugios legales: “Te pueden hacer un contrato indefinido y echarte antes de terminar el periodo de prueba. No cambia mucho respecto a antes”.
Sobre las diferencias provinciales, apunta que Santa Cruz de Tenerife ha tenido un impulso turístico mayor, lo que explicaría su mayor bajada del paro respecto a Las Palmas.
Paro juvenil y demografía
Aunque reconoce el descenso del paro juvenil, Hernández matiza que también hay menos jóvenes incorporándose al mercado: “No es solo que haya menos paro, es que hay menos jóvenes disponibles. La demografía también cuenta”.
Critica además la lectura triunfalista del dato: “Con 150.000 parados no se puede celebrar nada. Y mientras tanto, se traen trabajadores de Perú o Chile para cubrir empleos que los canarios no quieren”.
Larga duración y desincentivo
Sobre los 68.500 parados de larga duración, Hernández es tajante: “No todos los apuntados en el paro están buscando empleo. Muchos solo quieren mantener la prestación. El sistema no incentiva una búsqueda activa”.
Asegura que el Servicio Canario de Empleo se ha convertido en una oficina de trámites, no de inserción: “Está colapsado, con falta de personal, y no hay seguimiento activo de los demandantes”.
Prestaciones y sostenibilidad
En mayo, Canarias gastó 97,3 millones de euros en prestaciones por desempleo. Para Hernández, la sostenibilidad del sistema está en entredicho: “Seguimos funcionando con presupuestos viejos. No se puede planificar así”.
El economista compara la situación con “ponerle los mismos zapatos a un niño que ha crecido”: “Sin planificación y sin dotación adecuada, el sistema de prestaciones está tensionado y se deteriora”.
Conclusión común
Tanto sindicatos como empresarios y expertos coinciden en que, pese a la mejora estadística, el mercado laboral canario sigue marcado por la precariedad, el efecto estacional y la falta de estabilidad estructural.
El paro baja, sí, pero el empleo de calidad sigue siendo una asignatura pendiente en el archipiélago.
