Capitanía Marítima de Las Palmas ha abierto un expediente informativo para investigar las circunstancias en la que se produjo el choque entre dos embarcaciones que prestan servicios esenciales en el Puerto de Las Palmas.
Se trata de una lancha de la Corporación de Prácticos que arrolló a otra embarcación de la empresa Servicios Portuarios de Canarias (Sepcan).
Los prácticos se encargan de que los buques entren y salgan del puerto en condiciones de seguridad, mientras que Sepcan se ocupa del amarre y el desamarre de los barcos, además de limpiar las aguas y actuar contra cualquier tipo de vertido o derrame de combustible.
Lesiones
El pasado 17 de agosto, mientras trabajaban a la altura del muelle León y Castillo, dos empleados de Sepcan fueron embestidos por la falúa de los prácticos. Uno pudo esquivar el golpe y sufrió sólo heridas leves, pero el otro arrastra una lesión importante en la clavícula, que, si no se vuelve a pegar de manera natural, deberá de ser intervenida quirúrgicamente.
Capitanía Marítima recaba ahora testimonios e información para esclarecer cómo se produjo el accidente, pero los primeros indicios apuntan al exceso de velocidad como posible causa del abordaje, término que se usa en el mundo marítimo para referirse a un choque entre barcos.
Estelas de agua
La velocidad máxima autorizada dentro el Puerto de Las Palmas es de siete nudos, lo que equivale a casi 13 kilómetros por hora. Desde Sepcan sostienen que los prácticos navegaban bastante más rápido de lo permitido, generando grandes estelas de agua que reducían su visibilidad de manera considerable.
En ese contexto, al cruzarse con el barco de excursiones turísticas, la lancha de los prácticos viró para rebasarlo por la popa y se empotró con la embarcación de Sepcan, que realizaba labores de limpieza en el extremo sur del muelle León y Castillo.
Espacio para todos
El canal de entrada y salida del puerto es lo suficientemente ancho como para que pasen o trabajen falúas y pontonas como las accidentadas, incluso si coincide el barco turístico y mercantes incluso de mayores dimensiones.
Esta circunstancia, unida a la gravedad de los hechos, es lo que ha llevado a Capitanía Marítima a investigar lo sucedido. Si el instructor aprecia exceso de velocidad o negligencia en la maniobra de los prácticos, se abrirá un expediente sancionador o, si la supuesta responsabilidad excede la vía administrativa, se dará traslado de las conclusiones al ministerio público.
Los daños en la embarcación de Sepcan, que es una de las pocas unidades eléctricas del puerto, son considerables. A simple vista tiene un gran boquete en el casco, además de desperfectos en la cabina y el techo, señal de que la lancha de los prácticos casi les pasa por encima.