El Gobierno de España ha aprobado el anteproyecto de la ley antitabaco que equipara los cigarrillos electrónicos a los convencionales y prohíbe fumar y vapear en nuevos espacios como las terrazas de hostelería, piscinas o marquesinas.
Una medida que restringirá de forma notable los hábitos de consumo de tabaco en miles de establecimientos españoles, preocupando a muchos hosteleros. Pero, por lo que respecta a los tinerfeños, la opinión está dividida.
Ya desde la pandemia, cuando se prohibió fumar en terrazas por cuestiones sanitarias, muchos propietarios mantuvieron el veto al tabaco incluso cuando las restricciones habían acabado, algunos por desconfianza, otros porque preferían aprovechar el tirón.
Terrazas
Lo cierto es que siempre fue potestad del dueño del local permitir o no fumar en sus terrazas, y hasta ahora los hosteleros tinerfeños habían llegado al consenso de pedir al Ejecutivo que fuese cada propietario el que pusiese la norma de fumar o no fumar en su establecimiento, tal y como explica a Atlántico Hoy Abbas Moujir, presidente de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (FAUCA).
Sin embargo, también señala que cada vez eran más los hosteleros que prohibían el consumo de tabaco en sus terrazas porque eso atraía a otros clientes que buscaban un lugar donde no verse asediado por humos ajenos.
Zonas habilitadas
Ahora bien, el problema no es solo la prohibición de fumar en la terraza, sino varias que lleva asociadas, como la obligatoriedad de irse a 15 metros. "Es una exageración", denuncia Ramón Fariña, presidente de Aero, la asociación empresarial de restauración y ocio de la provincia tinerfeña.
"Que vaya por delante que la libertad del fumador termina donde empieza la del no fumador, pero 15 metros me parece una barbaridad. Aún así, no creo que vaya a afectar significativamente a los bares. Donde sí tememos que vaya a causar un perjuicio es en el ocio nocturno, la noche da más lugar a que la gente fume. En el peor de los casos, se podría hacer una zona separada habilitada para los fumadores", destaca.
"¿Y qué va a pasar con los festivales?", se pregunta Fariña, señalando que son otro de los eventos de ocio que se verán más afectados por la norma si no se habilitan zonas especiales porque no es tan sencillo para los fumadores salir y alejarse a 15 metros. El anteproyecto de ley prevé específicamente prohibir fumar en "recintos donde se desarrollen espectáculos públicos".
Una profunda reforma
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha asegurado este martes que se trata de una "profunda reforma" que supondrá un "paso importante en la lucha contra el tabaquismo" y ha defendido que antepone el derecho a la salud y la libertad de respirar aire limpio y "vivir más y mejor" a los intereses comerciales.
Con la nueva norma, se ampliarán los espacios libres de humo, pero también se pondrán límites a la publicidad, se prohibirán los dispositivos electrónicos de un solo uso, se perseguirá el consumo de tabaco por parte de menores, se pondrá en marcha un Observatorio para la Prevención del Tabaquismo y se impulsarán programas de prevención y cesación del tabaquismo desde la atención primaria sanitaria.
Todas las prohibiciones
Cuando esta reforma sea una realidad, ha precisado, no se podrá fumar en terrazas, piscinas, campus o marquesinas y tampoco a menos de 15 metros de centros educativos, sanitarios, culturales y deportivos o parques infantiles.
La futura ley igualará la legislación para tabaco convencional y los nuevos productos como el cigarrillo electrónico, las bolsitas de nicotina, productos a base de hierbas para fumar o vaporizar y dispositivos para el consumo de productos calentados.
El anteproyecto de ley, aprobado en primera vuelta por el Gobierno, tendrá que recibir ahora los informes de los órganos constitucionales para volver a pasar por el Consejo de Ministros antes de recalar en el Parlamento.