El informe de coyuntura turística del Archipiélago elaborado por Excelcan y la Cámara de Comercio de Gran Canaria a finales del año pasado refleja una realidad llamativa: en el Archipiélago faltan 70.000 trabajadores en el sector que mueve la economía regional. Más allá de la cifra, que puede sonar escandalosa, el principal problema que tienen las empresas es cubrir bajas laborales. Encontrar sustituto es toda una odisea.
José María Mañaricua, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), asegura en declaraciones a Atlántico Hoy que en la provincia oriental no tienen falta de trabajadores —sobre todo en Gran Canaria—. “En Baleares tienen que ir ‘temporeros’ de la Península para trabajar en los hoteles”, afirma el representantes de la patronal.

Realidad vs necesidad
Resalta que el paro del sector en el Archipiélago ronda el 11%. “La complejidad está en que tenemos que sustituir bajas y los trabajadores quieren entrar como fijos o indefinidos”, comenta. Admite que entiende la situación porque con un contrato de 16 horas, por ejemplo, es difícil pagar un alquiler —en las Islas están, como mínimo, entre los 600 o 700 euros—.
El inconveniente está en que la empresa necesita cubrir la media jornada, pero los empleados prefieren un contrato de 40 horas. “Hay una disfunción entre la realidad y la necesidad”, subraya Mañaricua. “El problema”, incide, “es cuando uno quiere un cocinero de fin de semana”. Pero la cosa no queda ahí porque la realidad se agrava desde el punto de vista de la formación.

Varios escenarios
Cuando un hotel quiere contratar a una persona para cubrir una baja se suelen dar dos escenarios: el primero es que llegue el currículum de una persona cualificada y con experiencia que busca un empleo estable para aportar su conocimiento. El segundo, en cambio, es que aparezca un perfil joven con ganas de trabajar, aunque sin estudios en hostelería. Ahí es donde está el gran quebradero de cabeza para los empresarios.
Juan Pablo González, gerente de Ashotel —la patronal turística en Santa Cruz de Tenerife—, resalta que en la provincia occidental también está siendo muy complicado encontrar personas para tiempos cortos. Allí la movilidad es un hándicap importante ante los grandes atascos que se forman cada día en las autopistas. “No compensa bajar al sur”, sostiene.

Movilidad
Pone sobre la mesa que se trata de un problema físico que tiene la isla de Tenerife. Como el 40% del suelo está protegido, toda la actividad económica se desarrolla en el 60% restante. “No nos corresponde a nosotros, nos hemos reunido con la Federación Canaria de Municipios (FECAM) para ver si hay zonas urbanizables que puedan ser destinadas para uso exclusivo de trabajadores”, señala.
Lamenta que, de momento, no han obtenido respuesta. Merece la pena resaltar que este martes se debatió en el Congreso de los Diputados la posibilidad de utilizar los fondos de la RIC para levantar viviendas públicas. Pero, como apunta González, “una casa no se construye en dos meses ni en seis”.

Excelcan
Santiago de Armas, presidente de Excelcan, está de acuerdo en que la escasez de pisos y los problemas de movilidad le complican la situación al sector turístico. "Hay un problema de déficit de construcción de vivienda, no se ha construido ninguna en los últimos 10 o 15 años", señala.
Además, sostiene que mantendrán una reunión con el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, con el objetivo de poner soluciones sobre la mesa. Cree que se nota, sobre todo, en las islas capitalinas y que no es bueno ni siquiera "para la sostenibilidad".
"Supone un efecto muy negativo a nivel económico. Hay dificultades a la hora de contratar personal y las condiciones de movilidad no son buenas", sentencia.

Alquileres caros
González, por su parte, reconoce que se enfrentan a un déficit de trabajadores en el sector, pero comprende que hay el problema vivienda lo dificulta todo más. “Es imposible que una pareja, trabajando los dos, encuentren un alquiler asequible en zonas turísticas”, apunta.
Eso se une a la congestión de las carreteras porque “si no puedes vivir donde trabajas, debes moverte”. Mañaricua, por su parte, señala que en el sur de Gran Canaria no hay problemas de vivienda.
Fuerteventura y Lanzarote
El inconveniente está en Playa Blanca (Lanzarote) o La Oliva (Fuerteventura), donde hay dificultades para volver a las capitales a medianoche por la falta de guaguas. Además, en La Oliva o Corralejo, municipios de la isla majorera, los alquileres son especialmente altos por la presencia de viviendas vacacionales.
En cuanto a los salarios —que para los sindicatos es el principal escollo—, González, de Ashotel, hace autocrítica y cree que “el sector tiene que reflexionar”. Aunque, matiza, “los salarios no pueden subir al mismo tiempo que crece la inflación”.
Convenios
El convenio de hostelería de Santa Cruz de Tenerife vence en el mes de julio de 2026, por lo que apunta que “si hay una oferta por parte del sindicato mayoritario podemos sentarnos a hablar”.
En cambio, Mañaricua asegura que el convenio de hostelería de Las Palmas es uno de los mejores que hay en España. “Pagamos un 15% más que en otras comunidades autónomas”, exclama el presidente de la patronal.
Cambio de paradigma
Ambos coinciden en un asunto: después de la pandemia hubo un cambio de paradigma. “La gente no quiere trabajar fines de semana o tener turnos partidos. Las nuevas generaciones son más reactivas a esas condiciones de trabajo y traer a empleados de fuera tampoco es la solución porque tenemos una bolsa de empleo importante aquí”, reflexiona González.
Mañaricua pone en valor los módulos que organiza el Servicio Canario de Empleo (SCE) para formar a la población, pero lamenta que se apunten pocas personas “por la publicidad negativa que existe hacia el sector de la hostelería”. “Parte de la juventud no se apunta a los ciclos formativos”, agrega.
