En la tarde del pasado lunes, un operario de 56 años que trabajaba en las obras de mejora de la carretera GC-41 cayó desde la carretera de Valsequillo a la zona de Hoya Manrique dentro de la retroexcavadora en la que trabajaba. Lamentablemente el impacto causó su muerte. Esta ha sido la última muerte en el trabajo que ha tenido lugar en Canarias, en un año con cifras de accientes graves trágicas y mucho más elevadas que en años anteriores.
Este año el número de accidentes laborales leves ha descendido, sin embargo los graves o muy graves han aumentado. Hasta julio, el Instituto Canario de Estadística contabilizó 19 accidentes mortales, una cifra que con este último accidente eleva el número a 20.
Esta es una cifra alarmante si se tiene en cuenta que en el mismo periodo el año pasado los accidentes mortales habían sido 11. De hecho, a lo largo de 2024 el número de trabajadores que fallecieron en Canarias fue de 17.
Un año trágico
A lo largo de 2025, las muertes registradas se han localizado especialmente en el sector de la construcción, que es el sector que históricamente registra más siniestralidad. Recientemente en Lanzarote falleció un trabajador de 52 años después de precipitarse desde una altura de seis metros cuando pintaba una fachada. En marzo también falleció otro trabajador, de 57 años, después de caer desde una tercera planta de un edificio en construcción en Las Palmas de Gran Canaria.
En el municipio de Arucas, el pasado junio un trabajador falleció después de que un muro le cayera encima durante las obras de construcción de una pared en las instalaciones de la destilería Arehucas. Este tipo de accidentes no es aislado, ya que un mes antes otro empleado falleció cuando parte de la grúa de un camión le cayó encima durante unas obras en Telde.
También fue trágica la muerte de un trabajador en mayo cuando quedó atrapado en la puerta de una industria en Arico. En las carreteras también se han registrado muertes de operarios. A principios de año, un operario de carreteras perdió la vida tras ser atropellado mientras realizaba tareas de mantenimiento.
Más accidentes graves
Estas son solo algunas de las muertes que se han producido a lo largo de este año en los espacios de trabajo, en un año en el que si bien los accidentes laborales más leves han disminuido, los accidentes laborales más graves han aumentado. Los datos del Istac reflejan que entre enero y julio se registraron 124 accidentes de trabajo graves o muy graves.
A diferencia de lo que venía sucediendo en años anteriores los accidentes graves han aumentado un 40,9% hasta julio, según recogen los datos mensuales de la Estadística de Accidentes de Trabajo. La información estadística refleja que en los primeros siete meses del año se produjeron 15.819 accidentes de trabajo con baja (3,4% más).
La parte positiva de los datos de siniestralidad laboral es la reducción de accidentes leves, que alcanzaron los 15.676 hasta julio (3,7% más).