Buque de Naviera Armas. / NAVIERA ARMAS
Buque de Naviera Armas. / NAVIERA ARMAS

Naviera Armas, más cerca de volver a casa tras el fallo que tumba a la banca

La sentencia de la Audiencia Provincial despeja el camino para que, entre otros, Boluda, Satocan, Lopesan y accionistas de Binter tomen el control de la histórica naviera canaria

Martín Alonso

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El futuro de Naviera Armas, uno de los grandes emblemas del transporte marítimo en Canarias, podría estar a punto de girar de nuevo hacia su origen. Tras años de crisis financiera, tensiones judiciales y control extranjero, la reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha despejado el camino para que la naviera pueda ser adquirida por un consorcio de inversores canarios junto a Boluda Corporación Marítima.

La operación no sería solo una compra más. Estaría protagonizada por algunas de las empresas más relevantes del tejido empresarial del Archipiélago, como Satocan, Lopesan y parte de los accionistas de Binter, liderados por Rodolfo Núñez. Junto a Vicente Boluda, configurarían una nueva sociedad con sede en Canarias, compartida al 50%, y que buscaría recuperar la gestión local de un operador clave para la conectividad marítima del Archipiélago.

Se estima que el bloque canario deberá aportar cerca de 100 millones de euros en efectivo para completar la operación, actualmente en fase de due diligence. De cerrarse, supondría el regreso de Naviera Armas al control canario tras un quinquenio bajo dominio de fondos internacionales.

El Gobierno de Canarias maniobra para que Naviera Armas vuelva a manos canarias. / AH
El Gobierno de Canarias ha maniobrado para que Naviera Armas vuelva a manos canarias. / AH

Fallo contundente

Lo que parecía un caso complejo de derecho mercantil y bancario se ha convertido en una cuestión estratégica para la economía del Archipiélago. La resolución del tribunal, presidido por el magistrado Juan José Cobo Plana, derribó las pretensiones de varios bancos acreedores —entre ellos Santander, Sabadell, CaixaBank, Acciona y el ICO— de anular el plan de reestructuración de la compañía. El fallo fue contundente: tacha de "falsas" e "inauditas" las alegaciones de las entidades financieras, refuerza el plan que entrega el 94% del capital a los fondos de inversión y respalda el 6% cedido a la familia Armas.

Desde que se hizo efectiva la reestructuración financiera en 2023, Naviera Armas quedó bajo el control de inversores internacionales como JP Morgan, Bain Capital, Barings y Cheyne Capital. Estos fondos nunca ocultaron su intención de rentabilizar su participación con una venta por partes de la compañía, dividida en tres unidades: Canarias, el Estrecho de Gibraltar y el Mar de Alborán.

Sin embargo, la operación de venta se encontraba en suspenso por el recurso judicial de los bancos, que ponía en cuestión la validez del traspaso accionarial. Con esta última sentencia firme, el proceso puede avanzar sin trabas legales, lo que reaviva las opciones del consorcio de empresarios canarios que, junto a Boluda, ha presentado una oferta no vinculante para quedarse con el negocio en el Archipiélago.

El buque 'Volcán de Taburiente', de Naviera Armas./ VESSELFINDER
El buque 'Volcán de Taburiente', de Naviera Armas./ VESSELFINDER

Sello canario

La propuesta contempla una sociedad mixta con sede en Canarias, con un 50% del capital en manos de inversores isleños y el otro 50% bajo el control de Boluda Corporación Marítima, líder del transporte y la logística portuaria en el mercado nacional. La due diligence ya está en marcha y, si todo fluye, el grupo canario deberá aportar cerca de 100 millones de euros en efectivo para cerrar la operación.

Esta posible adquisición ha sido leída desde distintos ámbitos como una oportunidad de recuperar la gestión estratégica de Naviera Armas para el ecosistema empresarial canario. Significaría mantener empleos, decisiones operativas y sede fiscal en las islas, algo que —pese a las turbulencias recientes— no ha dejado de ser una aspiración política y social de calado.

Historia de turbulencias

Naviera Armas fue durante décadas una empresa familiar canaria. Fundada en los años 40, creció hasta convertirse en un operador clave entre islas y en el eje Canarias-Península. En 2018, en una operación ambiciosa y arriesgada, compró Trasmediterránea al grupo Acciona por unos 300 millones de euros. La compra, apalancada con deuda bancaria, desató una tormenta financiera que terminó por asfixiar a la empresa.

La justicia avanza en la denuncia por falsedad contra Boluda vinculada a Puertos de Las Palmas. / JUAN CARLOS CÁRDENAS-EFE
Vicente Boluda. / JUAN CARLOS CÁRDENAS-EFE

Los bancos presionaron por recuperar su inversión, pero el deterioro operativo de la compañía y la crisis pandémica aceleraron su caída. Finalmente, en 2023 se aprobó un plan de reestructuración que dio entrada a los fondos de inversión y relegó a los acreedores bancarios a una posición secundaria. Este punto fue el que motivó el recurso ahora rechazado por la Audiencia Provincial.

¿Renacimiento o fragmentación?

La gran pregunta es qué pasará ahora. La sentencia judicial abre la puerta al troceo ordenado de Naviera Armas. La unidad de Canarias es la más atractiva desde el punto de vista estratégico, por volumen de pasajeros, posicionamiento y sentido identitario. La presencia de empresarios locales en la puja refuerza esa narrativa de “recanarización” de un símbolo marítimo.

Pero también quedan incógnitas. ¿Será sostenible la compañía si se fragmenta en tres? ¿Podrán los nuevos propietarios hacer frente a los desafíos logísticos, regulatorios y operativos? ¿Y qué impacto tendrá esto en los precios, frecuencias y servicio al cliente?

Mientras tanto, Naviera Armas sigue operando, con la temporada de verano a la vuelta de la esquina, pero con los focos puestos sobre su sala de máquinas financiera. La sentencia ha cambiado el rumbo, pero el destino final está aún por escribir.