Esta semana, posiblemente entre el lunes y el martes, el Gobierno de Canarias emitirá la Orden para prohibir el movimiento de material vegetal de vid entre el Archipiélago y entre las diferentes zonas de una isla.
Una normal de la que están pendientes todos los sectores, incluido el enoturístico. Gabriel Santos, coordinador General de la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) y de la Universidad de La Laguna (ULL), explica a Atlántico Hoy que les han pedido propuestas sobre la afección que podría tener la filoxera en el ámbito enoturistico.
A pesar del anuncio de esta norma, el Gobierno de Canarias lanzaba el pasado miércoles un mensaje de calma tras una reunión informativa con los agentes del sector. El consejero del Sector Primario del Gobierno Canarias, Narvay Quintero, insistía en que solo se habían detectado 18 cepas, todas ellas en terrenos y vides abandonadas desde hace más de 10 años y que no estaban en producción.
Llamamiento a la calma
Siguiendo esta línea, Santos se suma a esa preocupación pero también llama a la calma. “A lo mejor hemos tenido filoxera y nunca se había detectado o extendido. Ahora han sido 18 parras las que tienen localizadas y se está procediendo a desinfectarlas y a quitarlas. Además se han encontrado en zonas de cultivo abandonado. En el supuesto caso de que llegase la filoxera a terrenos mantenidos, esta no va a prevalecer, pero cuando se abandona el cultivo a lo mejor la filoxera tiene las características o el medio para que se pueda desarrollar”, valora.
El problema vendría, en todo caso, en situaciones como los movimientos de tierra. “Lo malo del movimiento es que la filoxera tiene una parte aérea y una parte radicular. Cuando la ves en la hoja la puedes controlar, que es lo que ha pasado ahora. Pero si es radicular, no lo sabes hasta que ves que la viña se muere totalmente. Si hay traslado de tierra de un lado a otro, que estén afectados, pues claro que puede afectar”.
La falta de controles, el verdadero problema
El verdadero problema viene con esa falta de controles en puertos y aeropuertos. "Cualquier persona puede coger una planta, meterla en la maleta y traerla a las Islas, aunque existe un decreto que dice que no se puede traer ninguna especie vegetal a Canarias", reflexiona Santos, que recuerda que se trata de una competencia del Gobierno de España.
"Es un problema muy grande porque realmente cualquier persona, incluso sin quererlo, puede traer un trozo de viña para plantar en Canarias". Con la Orden se esperan una serie de pautas, especialmente para que se evite ese movimientos de uvas entre Islas.
Alarmismo
Pero Santos añade que, a pesar de todo, no hace debe alarmar. “Tiene 390 casos 371 han dado negativo y solo 18 han dado positivo. El foco está muy concentrado y se está tratando. Simplemente hay que ser cauto. Es normal la preocupación, y ahora hay un trabajo de formación de cara al viticultor y bodeguero muy importante", señala.
Tras la reunión también se han posicionado asociaciones del sector como Asaga Canarias, que critica como “contradictoria” la decisión de la Consejería de Agricultura de prohibir el traslado de uva entre islas para frenar la expansión de la filoxera mientras “sigue permitida la importación de frutos y semillas de zonas de la Península y Europa donde la plaga es común”. Frente a la medida de prohibición, a partir de la próxima semana una vez se publique la Orden, reclaman cautela para evitar perjuicios económicos en plena vendimia y no obstaculizar la compraventa de uva entre las 11 comarcas vitivinícolas del Archipiélago.
