El 'Powership Yasin Bey', del grupo turco Karadeniz, elegido por el Gobierno de Canarias para instalar una planta flotante de generación de electricidad en el Puerto de Las Palmas. / AH
El 'Powership Yasin Bey', del grupo turco Karadeniz, elegido por el Gobierno de Canarias para instalar una planta flotante de generación de electricidad en el Puerto de Las Palmas. / AH

Seis chimeneas y 60 tripulantes: Así es el buque elegido para salvar a Gran Canaria del gran apagón

La planta flotante de energía tiene 162 metros de eslora y 20 de manga. Funciona con combustibles fósiles y lleva un sistema para reducir la emisión de óxido de nitrógeno. Es necesaria una autorización ambiental integrada para su instalación en el Puerto

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Ante la preocupación por la inseguridad en el suministro eléctrico de Gran Canaria, el Gobierno de Canarias trabaja en la instalación de una planta de electricidad flotante en el Puerto de Las Palmas, con la finalidad de cubrir un déficit de 138 MW y evitar apagones.

El buque elegido para abordar la emergencia es un Powership de la clase Shark, que pertenece al grupo turco Karedeniz. Entre sus características destacan seis chimeneas, un sistema para reducir la contaminación y los 60 tripulantes que necesita para producir la electricidad.

Líderes en energía móvil

La flota del grupo turco está especializa en prestar soluciones energéticas por todo el mundo, con proyectos destacados en países asiáticos, africanos y caribeños, como Cuba.

Los barcos de la clase Shark generan entre 110 y 240 MW de manera autónoma. Tienen hasta los 240 metros de eslora, 45 metros de altura y un calado poco profundo para poder atracar en cualquier puerto.

Prestaciones

Las característica del buque que quiere contratar el Gobierno de Canarias coinciden con el Yasin Bey, que tiene una eslora aproximada de 162,15 metros, una manga o anchura de 20,4 metros y un calado o profundidad máximo de 7,5 metros. Eso, unido a la obra para llevar la electricidad a tierra, requerirá unos 200 metros de línea de atraque en el Puerto de Las Palmas.

A bordo dispone una capacidad instalada de 125 MW para suministrarla a la red. La energía se genera mediante seis grupos electrógenos Wartsila de velocidad media, que consumen combustibles líquidos (LSFO y gasóleo).

El buque opera bajo la tecnología de ciclo combinado, incorporando un generador de vapor con recuperación de calor (HRSG) y una turbina de vapor de 15.5 MW, lo que incrementa su eficiencia operativa y reduce la contaminación.

También cuenta con una subestación de evacuación integrada a bordo, equipada con dos transformadores y aparamenta (sistemas de protección) de alta tensión, eliminando la necesidad de utilizar terreno adicional en tierra para este fin.

Marinos y técnicos a bordo

Su tripulación de 60 miembros residirá a bordo para garantizar las funciones constantes de operación y mantenimiento (O&M), permitiendo una respuesta técnica rápida y eficaz, recogen informes internos del Ejecutivo regional.

La electricidad generada y transformada en el buque será llevada a tierra en el muelle. Desde allí se conectará a la subestación del Muelle Grande, que es propiedad de Red Eléctrica Española, mediante una línea subterránea proyectada en zanja. La tensión de esta línea será de 66 kV, con una longitud en tierra de aproximadamente 2,5 kilómetros, aunque eso dependerá de dónde atraque. Capitanía Marítima ha rechazado tenerlo en fondeo. Lo más probable es que el muelle elegido sea el Reina Sofía en su extremo sur.

Emisiones y autorizaciones

En materia ambiental, el Powership está equipado con seis chimeneas (una por grupo electrógeno) y la posibilidad de instalar sistemas de Reducción Catalítica Selectiva (SCR) para la disminución de óxidos de nitrógeno (NOx​). Los motores alternativos están diseñados para cumplir con las normativas europeas y españolas vigentes sobre limitación de emisiones para instalaciones de combustión medianas.

La infraestructura requiere obtener las preceptivas autorizaciones administrativas sustantivas de generación de energía eléctrica, así como las ambientales exigidas, destacando la necesidad de una autorización ambiental integrada.