Los negocios de trasteros: la nueva alternativa a la falta de espacio en las viviendas

La complicada situación de adquirir una nueva casa con más espacio, por la carestía de la vivienda, ha impulsado a los ciudadanos a buscar otras formas de almacenaje de sus enseres

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Puerta asegurada de un trastero, que permite más espacio para almacenaje privado. / Masquetrasteros
Puerta asegurada de un trastero, que permite más espacio para almacenaje privado. / Masquetrasteros

La sociedad del siglo XXI es una sociedad consumista. Una sociedad que compra sin mucha reflexión y que, por circunstancias sentimentales, en muchas ocasiones nunca se desprenden de según qué elementos adquiridos.

Todo ello, sumado a la explosión en el precio de la vivienda ha provocado que muchos ciudadanos se hayan visto, de repente, con falta de espacio para almacenar sus enseres de todo tipo y sin una posición económica suficiente para adquirir una casa con la que ganar espacios. Un problema que un nicho de mercado ha llegado Santa Cruz para dar solución: los trasteros y guardamuebles.

Trasteros de televisión

Pero no unos trasteros al uso. No unos trasteros tradicionales que esconden reliquias perdidas en los garajes de los edificios. Hablamos, para los que les guste la televisión, de los amplios trasteros que se pueden ver en ciertos programas de subastas, pero sin esta última parte.

Santa Cruz cuenta con cerca de una decena de estos trasteros guardamuebles, que dan una nueva oportunidad a sus clientes y que se pueden convertir en la extensión de su propia vivienda a la ora del almacenaje.

Necesidad de espacio

“Vimos que había una necesidad de espacio en Santa Cruz y La Laguna, sobre todo por los pisos y como están conformados, con un trastero muy pequeño o que carecen directamente”, expresa a Atlántico Hoy José Luis Davara Arricivita, propietario de Masquetrasteros, uno de los últimos negocios del sector en abrir sus puertas -nunca mejor dicho- en la ciudad.

“Pensamos en crear una solución de almacenamiento para estos pisos, así como para profesionales, empresas y autónomos, porque siempre hace falta guardar cosas que uno tiene en casa”, expresa el empresario tinerfeño. “Queremos que ganes espacio en tu domicilio”, agrega.

Artículos deportivos

Además, enfatiza que con el auge de los hobbies al aire libre que se potenció tras el estado de alarma, los trasteros están llenando ese espacio “de bicicletas, tablas de surf, aparejos de pesca submarina, de sky surf, todo ese material que entorpece en casa” que, como valor añadido, su apertura 24 horas permite que pasas “antes de realizar la actividad y luego la devuelves cando terminas. Queremos ser una extensión de la vivienda”.

“No somos un trastero al uso”, asegura José Luis, que confirma que el concepto en el que se basa su negocio es el que se ve por la tele, pero como almacenaje, no como subasta.  “Somos un modelo actualizado, moderno, en el que el cliente es 100% autónomo”.

Además de para un uso personal, los trasteros quieren dar a conocer que también son un punto de interés para los profesionales y pequeñas empresas. “Hay clientes que los usan como almacén de stock, porque es más barato que tener un local para guardar”. De hecho, Davara explica que en Masquetrasteros tienen un servicio de “recepción de mercancías” en el que ellos abren el trastero al transportista que lleve mercancía “para que el cliente del trastero no esté viniendo hasta aquí si está ocupado”.

Alguno de los trasteros que ofrece Masquetrasteros. / Cedida
Alguno de los trasteros que ofrece Masquetrasteros. / Cedida

Perspectiva de usuario

Rosario es una clienta de otro negocio de trasteros y guardamuebles de la capital tinerfeña desde hace varios años. En su caso, decidió dar el paso de este tipo de alquiler “para almacenar” sus enseres personales “hasta que tuviera una casa propia”.

Desde su punto de vista bajo la experiencia personal “el trastero ofrece un espacio para almacenar todo tipo de cosas. Muebles, ropa o bicicletas. Cuanto más espacio tienes, más cosas almacenas”, reconoce entre risas. En este sentido, da la razón a los empresarios del sector que “efectivamente, se convierte en una extensión de mi vivienda”.

Un trastero provisional

Rosario mantiene el alquiler desde hace tres años, pero confía en dejarlo “en el momento de comprarme otra vivienda y con trastero, en el cual almacenaré las cosas que menos utilizo y que no me quiero desprender”.

Asimismo, en relación al auge de estos negocios de almacenaje, Rosario cree que “ya son presente en la sociedad, puesto que las viviendas son cada vez más pequeñas y se necesita espacio para guardar todo tipo de cosas”.