César Martín: "Las ayudas por créditos no son la solución, lo que necesitamos es que entren turistas"

César Martín, fundador de Tamarán, analiza para AtlánticoHoy la situación que atraviesa el sector y el proceso de adaptación al nuevo escenario turístico tras la covid-19

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Hace más de tres décadas, César Martín, uno de los fundadores de Tamarán, quiso alejarse del turismo convencional y ofrecer a los visitantes una manera diferente de conocer Tenerife. Su visión consistía en organizar excursiones diferentes en las que los turistas pudieran disfrutar de la Isla sin tener que limitarse a guaguas abarrotadas que les impidiesen llegar hasta cualquier rincón de su interés.

Cuando pensaron que por medio de jeeps podrían ofrecer atractivos recorridos que incluyeran desde los senderos de Anaga a los caminos más recónditos de las faldas del Teide, nació el concepto de esta empresa familiar que se compromete a que el turista se marche con las islas en el corazón. Su secreto: grupos reducidos, cercanía con el cliente y amor por su trabajo, características que han logrado mantener a lo largo de sus 33 años de experiencia.

"Desde que comenzamos, nuestros clientes nos han aportado mucho, nos han dado siempre fuerza para seguir trabajando, y eso es muy importante para nosotros", destaca Martín cuando le preguntamos cómo ha conseguido mantener tan vivo el negocio a lo largo de los años en un sector tan competitivo. Todo cambia cuando el negocio familiar "es también tu pasión", asegura. 

En un momento muy delicado para el motor de la economía canaria a consecuencia de la covid-19, César Martín analiza para el medio digital canario AtlánticoHoy cómo se enfrenta esta empresa canaria a la situación actual que atraviesa el sector, el proceso de adaptación al nuevo escenario turístico, así como las principales claves que convierten a un negocio familiar en toda una experiencia que año tras año conquista a los visitantes por el buen recuerdo que deja de las Islas y sus gentes.

Entrevista a César Martín en las oficinas de Tamarán de Puerto de la Cruz | AH


- ¿Cómo un negocio familiar ha logrado tener éxito durante más de tres décadas en un entorno tan turístico y con tantas opciones? ¿Qué cree que les diferencia del resto de empresas del sector?
Nuestra principal diferencia es que nuestra actividad está muy reducida en el sector, además de por la gran dedicación de la familia y de los empleados, que son parte de la familia en esta empresa, quienes nos han ayudado a avanzar durante este tiempo y han sido parte de nuestros éxitos. Además, por todo el sacrificio y el tiempo que nos ha costado.

- La crisis sanitaria ocasionada por la covid-19 ha afectado gravemente a las empresas turísticas. ¿Cómo describiría en este momento la situación del sector?
Ahora mismo la situación es preocupante. Somos optimistas porque vemos que están llegando algunos turistas, pero nos va a costar salir de esta situación ya que en la isla vivimos prácticamente del turismo. Remontar a una situación previa a la pandemia nos va a costar un poco de tiempo. En nuestra empresa partimos casi de cero, como si estuviésemos empezando a trabajar de nuevo, porque realmente no vemos que haya un futuro inmediato o que el cambio esté siendo muy brusco. Necesitaremos tiempo y, ante esto, tenemos que tener paciencia y hacer las gestiones de la mejor manera posible para ayudarnos a soportar esta situación, que es difícil y complicada.

-En su caso, ¿empieza a reactivarse la demanda de sus servicios? ¿Creen que las secuelas sean pasajeras?

El año pasado por estas fechas estábamos en unos 8.000 clientes y ahora superaremos los mil. Es una bajada sustancial, cercana al 80 por ciento. En nuestra excursión principal, la de La Gomera, el año pasado podíamos llevar a cerca de un centenar de personas al día y ahora, calculo que a una veintena. Ahí realmente se puede ver la diferencia. Hemos bajado considerablemente. En el volumen de demanda nos seguimos manteniendo, aproximadamente. Los turistas siguen demandando nuestros servicios, pero en función al número reducido de turistas que nos están visitando.

- ¿Cuál es su previsión para los próximos meses? ¿Tienen una perspectiva algo más optimista?
Nuestra actividad depende de la venta de turoperación. El turoperador tampoco nos indica, de cara al futuro, qué cantidad de clientes puede tener. En función de lo que ellos vayan a recibir, proporcionalmente tendremos una parte de ese pastel. Pero ahora mismo, ni ellos lo saben. Lo que hacemos ahora es vivir el día a día. Cada jornada tenemos un número de clientes suficiente para poder subsistir y pagar gastos. Las perspectivas de futuro no están tan claras como podríamos tener en épocas pasadas, antes del covid. Ahora es un poco incierto. Dependemos de que los países que nos mandan a los turistas, en un momento dado, puedan decir que hay pandemias y cerramos... Solo hay que ver lo que pasó con Inglaterra que, de la noche a la mañana, sin dar muchas opciones, bloqueó la entrada. Tenerife vive mucho del turismo británico y eso nos está afectando en todos los sentidos.


"Alargar los ERTEs sería importante porque, llegado el 31 de septiembre, lo contrario sería realmente un problema para todo el sector. Pedimos que nos ayuden en ese sentido"

- Tras 30 años dedicándose al sector y habiendo superado varias crisis, ¿es el momento más delicado que han vivido?
Sí, por supuesto. Ha sido el más complicado. Hemos tenido otras épocas con complicaciones de tipo económico, pero que se podían solventar de alguna manera, pero ahora el problema es que, aunque pueden darte créditos, pues en este sentido nos está ayudando un poco el Gobierno, no son la solución ni tampoco una panacea, porque los créditos, al final, hay que pagarlos y lo que nosotros necesitamos es que nos entren turistas, que es de lo que realmente vivimos.


-No hace tanto nos asustó la quiebra de Thomas Cook, el brexit y sus efectos en Canarias, pero ahora el enemigo principal es invisible y lleva consigo otras amenazas como cuarentenas a viajeros, la caída generalizada del turismo. ¿Qué es lo que solicitarían ahora mismo a las administraciones en materia turística?
Creo que la Administración canaria está apostando bastante por el turismo, buscando soluciones. Pedirles algo más directo, como bajar impuestos, no sé hasta qué punto nos podría ayudar. De cualquier manera, lo que necesitamos es que vengan turistas y repartir la economía para todos. Creo que el Gobierno, sobre todo el canario, está haciendo lo máximo que puede en ese sentido. Los veo bastante preocupados por el sector turístico. Alargar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) sería importante porque, llegado el 31 de septiembre, lo contrario sería realmente un problema para todo el sector. Les pedimos que nos ayuden en ese sentido. Muchos comentan que, cuando llegue la temporada de invierno, esto va a subir. Subirá algo, pero no lo sabremos hasta que no llegue realmente la temporada, porque hay mucha venta de última hora.





-¿Cómo van a adaptar sus servicios a este nuevo escenario, con sus requerimientos sanitarios y limitaciones de clientes?
De hecho, nosotros ya nos hemos adaptado a los cambios que nos han exigido. Nos guiamos por lo que nos indica el Gobierno de Canarias, el programa Canarias Fortaleza, donde están todas las indicaciones de cómo debemos actuar, aparte de las recomendaciones sanitarias que todos conocemos. Estamos trabajando de la mejor manera posible para que el cliente se sienta cómodo y sobre todo seguro, ofreciéndole todo lo que tenemos a nuestro alcance e indicándole en cada momento qué es lo que tiene que hacer o evitar.

¿Confía en que el turismo nacional alivie el hueco dejado por la pérdida de otros turistas?
El turismo nacional nos está ayudando un poco, pero tampoco es la solución absoluta. También se están planteando mucho el viajar. Se sienten inseguros. Hay personas que tenían todo reservado y, en el último momento, han cancelado la visita porque no se sienten bien. ¿Nos ha ayudado? Sí, pero no es tampoco el volumen de antes, esa gran demanda. Nuestra principal demanda estaba dentro del turismo europeo, los que más suelen solicitar nuestras actividades, pero el turismo nacional sí que nos está ayudando.

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Imagen de una de las excursiones organizadas por Tamarán | TAMARAN.COM


- Tras su amplia experiencia en el sector, ¿qué es lo que hace falta para que un visitante se lleve a las islas en el corazón?
El visitante se lleva la experiencia de la amabilidad, nuestra forma de ser, cómo les tratamos. Esa es una de las partes más importantes de nuestro negocio. Por experiencia, nosotros tenemos clientes que, de las rutas que organizamos, llegan a hacer dos y hasta tres. Realmente lo disfrutan porque les estamos mostrando una parte de la isla que, a lo mejor ellos, de otra forma, no la hubieran podido hacer. Están organizadas de una forma completamente diferente a lo que puede ser cualquier otra actividad. Eso es lo que realmente a los clientes les llama la atención. Es un día diferente, con grupos reducidos, y todo esto lo valoran, lo ven como algo más familiar. Por supuesto, también está el encanto de las islas. Cada una tiene uno diferente. La gente se queda maravillada de los paisajes. Para nosotros, que hemos vivido aquí muchísimos años, todo nos parece muy normal, pero claro, cuando vas con turistas, los acompañas y llevas a ciertos lugares, se quedan impresionados. Nos dicen: ustedes no saben ni lo que tienen en la isla. Quizá nosotros, por el mero hecho de verlo constantemente, no le damos el valor que realmente posee. La prueba está en que tenemos muchos clientes repetidores y que la isla realmente les ofrece muchas posibilidades para visitar y disfrutar en todos los sentidos.

- Ustedes se lo facilitan mucho al llegar a rincones donde otras empresas no llegan...
Efectivamente. Lo hacemos de una forma diferente. Vamos por caminos más vecinales y zonas más rurales. Eso es lo que realmente valoran: la diferencia que marcamos con nuestras actividades.


- ¿Y qué tipo de información ofrecen al turista? ¿Sobre qué aspectos muestran más interés?
El cliente pregunta sobre temas muy variados. Unos están interesados en gastronomía, otros en agricultura, vulcanología... Somos informadores de lo que el cliente demanda. No nos limitamos a contar una historia que, muchas veces, no es la que el cliente quiere saber. Suelen sentir una gran curiosidad por la isla y tenemos que estar bien preparados para poderles responder en ese sentido. Además, les damos recursos para que amplíen la información, dónde pueden aprender más e informarse de aquello que más les interese.


"El turismo nacional nos está ayudando un poco, pero tampoco es la solución absoluta. También se están planteando mucho el viajar. Se sienten inseguros"


- ¿Qué es lo que más suelen valorar de su oferta? ¿Cuál es su excursión estrella?
La excursión que más se está vendiendo actualmente es La Gomera. Se ha hecho muy popular por todo lo que ofrece el Parque Nacional, etc. Aunque el primer contagiado de covid-19 en España fue en La Gomera, allí realmente no hay casos, por lo que a los visitantes les llama la atención y se sienten más seguros. En segundo lugar destaca la excursión al Teide, indudablemente, y la vuelta a la isla, que tiene bastante demanda también.

- Pese a todos los atractivos que tenemos, para finalizar, ¿cómo ve la situación de aquí en adelante? ¿Cómo cree que van a ir evolucionando los acontecimientos?
Siempre he sido optimista por naturaleza y pienso que todo esto va a cambiar y que va a ir fantástico. Sigo pensando que, lógicamente, estamos pasando un mal momento en la vida con esta situación que nos ha tocado pasar, pero vamos a remontar. ¿Remontaremos a niveles previos a marzo? Nos va a costar un poco más, pero volveremos a tener visitantes. Seguramente, con el tiempo volveremos a estar, quizás no al 100 % como estábamos antes, pero sí que recuperaremos un número bastante importarte de turistas a lo largo de los meses que nos restan de año, eso sí, con perspectivas de que el año que viene nos comeremos las uvas de otra manera para que las cosas nos vayan muchísimo mejor (ríe). Estoy confiado en que será así. Siempre hemos vivido malos momentos en los 30 años de vida que llevamos, y al final siempre lo hemos superado. Pienso que esta vez también lo haremos.