Inspección de Trabajo ha advertido a la empresa Ecatar, subcontratada para labores de gestión de residuos en el Complejo Ambiental de Arico, de que debe cumplir las demandas que los trabajadores llevan años denunciando, entre las que se encuentran tener un equipo de seguridad adecuado y contar con tiempo para su aseo personal. Sin embargo, según ha podido saber Atlántico Hoy, por el momento la empresa no ha iniciado las actuaciones correspondientes y los trabajadores temen que no se lleguen a cumplir.
Este miércoles, los delegados sindicales de la empresa de inserción laboral Ecatar, que pertenece junto con la empresa Ecoínser a la Fundación Ataretaco, han recibido un escrito de Inspección de Trabajo informando de manera favorable a algunas de las peticiones que llevan años demandando. Estos trabajadores realizan los servicios de tratamiento de residuos en la planta Todo en uno del Complejo Ambiental de Arico, donde deben separar aquellos deshechos valorizables, como plásticos, que finalmente son vendidos.
El documento da la razón a los trabajadores en una serie de reivindicaciones que llevan denunciando varios años, y que, según explican algunos empleados, la empresa no ha querido cumplir. La gran parte de esas cuestiones están relacionadas con la limpieza de los trabajadores y de las instalaciones, así como de su propia seguridad en la gestión de los residuos.
10 minutos para el aseo
Trabajo ha llamado la atención a Ecatar en un primer lugar por la falta de tiempo que tienen los trabajadores para su aseo personal antes de su descanso y al final de la jornada laboral, un derecho que los empleados tienen amparados por ley. De esta forma, recoge el escrito que se deberá garantizar a los trabajadores el tiempo “dentro de la jornada laboral, de diez minutos para su aseo personal antes de la comida y otros diez minutos antes de abandonar el trabajo”. Un tiempo que hasta ahora formaba parte de sus minutos de descanso.
También dentro de la cuestión de higiene, el documento exige “que se dote de taquillas con separación de ropa limpia y sucia” y que “la empresa deberá garantizar el lavado, descontaminación y, en caso necesario, destrucción de la ropa de trabajo y los equipos de protección, quedando rigurosamente prohibido que los trabajadores se lleven los mismos a su domicilio para tal fin”. Y es que denuncian los empleados, han recibido órdenes por parte de la empresa de que sean ellos quienes laven su uniforme en su casa, aunque la empresa defiende que son ellos quienes se encargan de esa limpieza.
El equipo de trabajo es otra de las cuestiones que mayor indignación ha generado en la plantilla. Hay que entender que la labor de estos trabajadores es separar ciertos residuos de una línea transportadora (triaje) por donde pasa toda la basura que se tira al contenedor gris de Tenerife. Entre los restos que se encuentran hay cristales, jeringuillas, animales muertos, residuos sanitarios o restos de uralita, entre otros. Por lo que los trabajadores demandan unos guantes adecuados que protejan de los cortes.
"Sobre los guantes empleados se deberá garantizar que en las tareas de los triadores los mismos sean anti corte. Así como dotar de mascarillas autofiltrantes FFP3 en los puestos indicados en la evaluación de riesgos aportada", exigue Inspección de trabajo, además de "gafas de montura integral para la protección contra el polvo, líquidos, gases y vapores para puestos indicados en la evaluación". Unas herramientas que tanto Trabajo como los empleados entienden necesarias y que según la empresa ya se ofrecen "bajo demanda".
Varios años sin ventilación
La planta Todo en uno tiene ventilación, pero lleva años sin funcionar, explican. El aire, cargado de las partículas de la basura, no se limpia adecuadamente y no se ha arreglado porque la responsabilidad, según la empresa, es de la UTE Vertresa, que gestiona la instalación. Ecatar dice que ya se ha informado sobre el no funcionamiento, y buscaron la solución comprando unos ventiladores comunes para limpiar el aire, algo que los trabajadores ven insuficiente e ineficaz. La inspección lo deja claro ahora: "en relación a los extractores de la planta se deberá garantizar el funcionamiento y mantenimiento de los mismos (media de contención frente riesgos biológicos)".
El documento completa, además, que se deberá realizar una evaluación específica sobre los riesgos psicosociales, el cumplimiento de protocolos frente a la COVID-19 en caso de producirse casos positivos (ya que los trabajadores denuncian que hasta en dos ocasiones se ocultaron positivos), así como garantizar el derecho de información a los delegados de prevención en relación a la información sobre la siniestralidad laboral.
Dudas sobre el cumplimiento
Sentencia el escrito que "todo ello sin perjuicio de iniciar actuación sancionadora por incumplimiento en materia de seguridad y salud", es decir, que obliga pero no sanciona. Hay que destacar que las ocho exigencias que ha analizado la IT forman parte de las deficiencias que el inspector de trabajo observó en la primera visita a la planta hace más de un año, pero tras esta ha realizado más inspecciones para las que todavía falta conocer los resultados.
Tal y como ha podido saber este medio, por el momento estas exigencias no se han llevado a cabo porque, según la empresa, el documento no ha llegado a Ecatar, sino solo a los delegados sindicales. En opinión de algunos empleados, estas peticiones tampoco se llevarán a cabo, pues Ecatar dejará de prestar estos servicios en el Complejo a final de mes, cuando se termine su subcontrata, y aunque pudiera prorrogarse por algunos meses más, el pesimismo se mantiene para los trabajadores: "ellos no van a querer hacer nada".
Este medio de comunicación ampliará en los próximos días la información sobre la situación de los trabajadores.