Los concursos de acreedores necesarios de Obras y Construcciones Salatin y la empresa vinculada Salatin, decretados ocho años atrás, acaban de la peor manera posible. El Juzgado Mercantil número 1 ha sentenciado que ambas insolvencias son culpables. La persona afectada por la calificación es Fernando Peña Suárez, quien ejerció de consejero delegado del binomio.
El juzgado le inhabilita para administrar bienes ajenos durante tres años, así como a la pérdida de cualquier derecho que pudiera tener como acreedor o contra la masa.
Las dos sociedades se constituyeron en 2003, cada una con un capital social de 2,3 millones. En 2017, a raíz del cese generalizado de los pagos, el juzgado ordenó la quiebra forzosa y se incautó de ambas firmas.
Los tribunales mercantiles de Santa Cruz han incoado además, tres concursos de acreedores:
Libbys Beach Bar, de Arona. Tiene a su cargo un restaurante en el centro comercial Sant Telmo. Administrador, Mathews Darren.
Obras y Servicios Oser18, de Candelaria. El juzgado ha abierto un procedimiento especial de microempresas para liquidar dicha firma. Administrador, Yonathan Pérez Ramos.
Panadería Sanabria, de La Victoria de Acentejo, industria de panificación. Administrador, Manuel González González.