Los representantes legales de los trabajadores (RLT) de los hoteles Lago Taurito, Valle Taurito y Costa Taurito, en proceso concursal bajo la sociedad Mar Abierto SL, han mostrado su rechazo a la posible adjudicación de los establecimientos al Grupo Lopesan. Los empleados, además, recalcan que no existe todavía una resolución judicial ni un informe de la administración concursal que avale la información publicada este fin de semana por Canarias7 —en la que se daba por hecho que la empresa presidida por Eustaquio López había ganado la puja—, lo que ha generado “alarma, incertidumbre y profundo malestar” en la plantilla.
La RLT alerta de que la oferta presentada por Lopesan en el juzgado no contempla la asunción de la totalidad de los trabajadores ni la continuidad de determinados contratos esenciales para la actividad de los hoteles, como la lavandería, el parque acuático o el parking. De confirmarse, esto supondría la pérdida de empleos, la desaparición de beneficios sociales consolidados —como las tarifas reducidas de aparcamiento— y posibles conflictos con turoperadores que comercializan paquetes vacacionales vinculados al parque acuático. Además, afectaría a artistas, monitores y proveedores de servicios de animación, lo que, según los representantes laborales, pondría en riesgo “la integridad económica, funcional y social del negocio”.
Mil euros
En cuanto a las pujas, el importe presentado por ambos grupos —Lopesan y Martinón— permite liquidar el pasivo concursal, satisfaciendo así a los acreedores. La diferencia entre las ofertas, según el resultado provisional de la subasta, es de solo 1.000 euros, por lo que los trabajadores consideran que la decisión no puede reducirse exclusivamente al precio.
La RLT subraya que la Ley Concursal, en su artículo 219, otorga preferencia a las ofertas que garanticen la continuidad de la unidad productiva y del empleo, siempre que la diferencia económica no supere el 15%. “No solo se protege el interés de los trabajadores, sino también el general, asegurando un beneficio sostenido para la economía local y el conjunto del concurso”, remarcan.
Por ello, los representantes laborales insisten en que el Grupo Martinón, actual gestor a través de LIVVO, debe ser el adjudicatario. Argumentan que en estos cinco años ha demostrado “compromiso y fidelidad con el mantenimiento de los puestos de trabajo”, generando estabilidad laboral y mejoras en la actividad empresarial. Además, destacan que al conocer ya la operativa, se evitarían riesgos de transición en la gestión.
Respaldo total
Otro aspecto que critican es que, según el artículo 220 de la Ley Concursal, los representantes de los trabajadores deben ser escuchados antes de cualquier decisión sobre la adjudicación, algo que, denuncian, no se ha cumplido hasta ahora.

En su escrito, la plantilla de Mar Abierto reafirma su “respaldo total” a la oferta de Martinón, que consideran “la más segura, responsable y beneficiosa para los trabajadores, el interés público y la continuidad del negocio”.
Demandas de los trabajadores
Entre sus demandas, solicitan que se valore la oferta de Martinón más allá del precio, priorizando la garantía de empleo, la continuidad empresarial y la solvencia técnica y económica; se reconozca la gestión demostrada en los últimos cinco años, que aporta seguridad en la transición; se dé voz a los trabajadores en el proceso, enviando sus propuestas al Juzgado de lo Mercantil y considerando los aspectos sociales y laborales en la decisión.
“No somos números en una subasta, somos personas que con nuestro trabajo diario hacemos que los hoteles funcionen”, concluye la RLT, reclamando que se valore el impacto humano de una decisión que marcará el futuro de más de un centenar de familias y de la actividad turística en Taurito.

