La Guardia Civil de Fuerteventura ha identificado y sancionado al piloto de un dron que fue detectado volando en una zona restringida a menos de un kilómetro del Aeropuerto de Fuerteventura, lo que obligó a suspender las operaciones durante más de una hora y afectó a unos 600 pasajeros.
El vuelo no autorizado, realizado con una aeronave de la marca DJI modelo FLIP de 249 gramos de peso, se produjo dentro de una Zona CTR (Controlled Traffic Region), un espacio aéreo controlado reservado para garantizar la seguridad durante las maniobras de despegue y aterrizaje.
Dos vuelos desviados
El incidente se originó cuando el personal del aeropuerto detectó el dron volando a baja altura y en perpendicular a las pistas, lo que generó una situación de riesgo que obligó a desviar dos vuelos a Gran Canaria y retrasar otros cuatro.
Por precaución, el aeropuerto suspendió temporalmente su actividad entre las 07:00 y las 08:10 horas, provocando retrasos y cancelaciones que afectaron a cientos de viajeros.
Multa de hasta 225.000 euros
El piloto, que alegó desconocer la normativa, incurrió en una infracción muy grave según la Ley 21/2003 de Seguridad Aérea, por incumplir las limitaciones de uso del espacio aéreo. Las sanciones por este tipo de hechos pueden alcanzar los 225.000 euros, según recuerda la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
La Guardia Civil ha reiterado que el vuelo de drones en las inmediaciones de aeropuertos está prohibido salvo autorización expresa, y ha insistido en la necesidad de que los operadores conozcan la normativa europea y nacional, en especial el Reglamento (UE) 2019/947 sobre el uso seguro de aeronaves no tripuladas.