El Cabildo de Gran Canaria cuenta con cuatro centros de atención a personas con discapacidad intelectual (CADI). Durante la última semana se ha desatado la polémica después de una comisión que tuvo lugar el pasado martes 21 de enero donde la consejera de Política Social, Isabel Mena, dio varios datos sobre las instalaciones y su personal —todos desde un prisma positivo—.
Sus palabras no convencieron a las familias de los usuarios, quienes han decidido alzar la voz de nuevo. Desde hace varios meses denuncian que en todos falta personal sanitario y que las instalaciones se encuentran en mal estado. A las 10:00 horas de este viernes, mientras tenga lugar el Pleno ordinario del mes de enero, han decidido manifestarse a las puertas de la Corporación para contar su versión porque no pueden más.
El IASS
“Llevamos mucho tiempo denunciando esta situación y nos han querido silenciar y discriminar”. Así de tajante se pronuncia Serbella Artiles, presidenta del AMPA del CADI ubicado en el Tablero (San Bartolomé de Tirajana), en declaraciones concedidas a Atlántico Hoy. Narra una realidad complicada que no es nueva pero no parecen verle una salida en caso de que todo siga como hasta ahora.
Los trabajadores de los centros se han unido a su causa para pedir mejoras y han exigido que se revisen los pliegos de contratación que redacta el Cabildo Insular. Así lo reivindicaron este lunes frente a la sede del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS), órgano encargado de la gestión de los CADI y del que Mena es presidenta.

"Situación desesperante"
Las familias han enviado varias reclamaciones al IASS advirtiendo de lo que ocurre. Una de ellas, el pasado 17 de octubre, exponía que llevaban sin médico fijo desde agosto, por lo que el departamento de enfermería estaba “cargando con el peso de todos los usuarios”.
“Es una situación desesperante, ya que cada usuario tiene varias patologías y esas enfermedades se pueden complicar”, prosigue el texto. “Hay familias que están reclamando ese seguimiento en los usuarios que son altamente sensibles por sus características y patologías, corriendo el riesgo de que se produzcan negligencias y faltas de atención”, agrega.

Sin aire acondicionado
No se trata de la primera notificación hecha. El 22 de julio de 2024, explicaron a Ricardo Redondas, gerente del IASS, que a pesar de las altas temperaturas no había aire acondicionado.
“Esto es muy peligroso para la salud, imagínense los usuarios que no se quejan y junto con sus patologías y enfermedades, el riesgo que les puede producir las altas temperaturas: deshidratación, lesiones en la piel, trastornos emocionales o aumento de la agresividad ¿Qué medidas preventivas, está haciendo actualmente el Cabildo?”, subraya.

Caídas
Por otro lado, exigían una jornada laboral completa. “Es imposible que un médico en ese periodo de tiempo pueda valorar a los usuarios si se ponen enfermos, conocer el historial médico, hacer informes, derivaciones de urgencia, atender llamadas telefónicamente a las familias”, recoge el texto al que ha tenido acceso este periódico.
El 4 de octubre, tras reunirse las cuatro AMPA, mandaron propuestas para que se actúe en varios aspectos como, por ejemplo, un protocolo de caídas. Incluían el uso de barreras arquitectónicas, una revisión del plan de cuidados o aumentar la dotación en grúas para la movilidad de usuarios con limitaciones graves.
Lesiones
Según cuenta Serbella, se han dado casos como el de un chico que se rompió la tibia y el peroné, otro se fracturó la cadera y una joven se rompió el hombro. “Estamos esperando explicaciones y un informe de cómo fue la situación, todavía no hemos recibido respuesta en el Grupo 5 —empresa que gestiona los CADI—, ni por parte del Cabildo.
“Ellos son conscientes de la situación, en todo momento se han negado a ponerse en contacto con nosotros”, exclama. Pero la cosa no queda ahí porque en el Tablero siguen sin logopeda y terapeuta ocupacional. “Hay ascensores que están rotos, los hierros están por fuera”, apostilla.
"Es vergonzoso"
Pone sobre la mesa que Isabel Mena con sus declaraciones la semana pasada, mintió. “No ha dicho la verdad”, incide. Resalta que, al ser centros de alto rendimiento, sí es obligatorio que haya un médico. “Restar gravedad de esta situación me parece vergonzoso por parte de la consejera”, añade.
“El menú que se le está dando a los usuarios tiene carencias alimentarias y nutricionales. Los chicos están sufriendo carencias en los análisis, se están poniendo enfermos con mucha más frecuencia por la falta de vitaminas y minerales”, sentencia.

