Una copa de vino de la vendimia de Gran Canaria / EFE
Una copa de vino de la vendimia de Gran Canaria / EFE

El vino de Gran Canaria, en alerta ante la filoxera detectada en Tenerife

El presidente del Consejo Regulador de Gran Canaria pide extremar la vigilancia para evitar que el foco localizado en Tenerife se convierta en plaga en el resto del archipiélago

Alberto Ley

El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Gran Canaria, Pedro Suárez Rodríguez, reconoce la preocupación del sector tras el brote de filoxera en los viñedos tinerfeños, aunque insiste en que, de mantenerse las medidas de control, no debería extenderse al resto del archipiélago.

“No debería afectarnos”

“Preocupados, sí”, admite Suárez, que advierte de la importancia de evitar el traslado de uva y material vegetal desde Tenerife para contener el foco. “Dentro de la uva suele venir hojas que pueden transmitir la filoxera, pero si somos precavidos no deberíamos tener ningún miedo”, señala en conversación con Atlántico Hoy.

El dirigente del Consejo recuerda que, según los últimos datos, el insecto afecta a unas cincuenta plantas en Tenerife. “La filoxera tiene dos manifestaciones: en la hoja o en la raíz. Por ahora no se ha manifestado en la raíz, que es cuando realmente hace daño. Parece que está bastante controlado y me alegraría que se lograra erradicar completamente”, apunta.

Diferencia entre foco y plaga

Suárez insiste en que, por el momento, “no es una plaga, sino un foco localizado”. En su opinión, los avances técnicos actuales hacen posible contener lo que en los siglos XVII y XVIII arrasó viñedos en toda Europa. “Hoy en día se pueden quemar las plantas afectadas, desinfectar el suelo y el material, y con ello cortar la expansión. Si se queda en una mera anécdota, mejor para todos”.

El riesgo, según explica, es que la filoxera obligue a replantar con portainjertos americanos, lo que afectaría al sabor y a las características de los vinos canarios. “Lo que se quiere es erradicar la plaga y que no se propague por el resto del archipiélago”, recalca.

Dificultad de control

El presidente del Consejo reconoce, no obstante, las dificultades para controlar por completo los movimientos entre islas. “Cualquiera te puede llevar un esqueje o una hoja en un coche. Es imposible garantizar al 100% que no haya trasiego de material vegetal”, advierte. Por ello, considera necesarias las medidas drásticas que ha adoptado el Gobierno de Canarias, como prohibir el transporte de plantas y uva sin autorización.

Suárez admite que, aunque incómodas, estas limitaciones son imprescindibles para proteger los viñedos de Gran Canaria. “Son medidas muy drásticas, pero creo que son necesarias en este momento”, insiste.

Riesgo económico

La preocupación del sector va más allá de lo sanitario. Si la filoxera llegara a Gran Canaria, el impacto sería enorme: “Imagínate que estos focos se convierten en plaga y haya que arrancar, volver a plantar y esperar años para recuperar la producción. Sería un proceso costoso y muy complicado”, advierte Suárez.

Actualmente, la mayoría de los viticultores de la isla reproducen sus cepas “a pie franco”, plantando directamente las varas en la tierra. La llegada de la plaga obligaría a cambiar a técnicas mucho más caras y lentas. “Además de estar años sin producción, cambiarían las características de nuestros vinos”, lamenta.