Canarias guarda secretos que parecen esculpidos por un artista, rincones donde la geología se convierte en arte y el mar pone la música de fondo. En uno de esos lugares, el oleaje golpea con fuerza contra una pared vertical que no solo asombra por su tamaño, sino por la forma imposible que adopta.
Quienes lo visitan cuentan que la primera impresión es la de estar frente a un enorme órgano de iglesia plantado sobre el mar, con tubos de piedra que parecen tocar una melodía eterna.
Los Órganos en La Gomera
El monumento natural de Los Órganos, en la isla de La Gomera, es una de las joyas geológicas más espectaculares de Canarias. Se trata de un acantilado de 87 metros de alto por 191 de ancho, formado por columnas hexagonales de lava solidificada que, al enfriarse lentamente, crearon esta estructura única. Su nombre proviene de la semejanza con los tubos de un órgano musical.
Este fenómeno volcánico no es fruto del azar, sino el resultado de la viscosidad de la lava y su enfriamiento pausado. La erosión posterior dejó al descubierto las columnas, dando lugar a una de las estampas más impresionantes del archipiélago.
Un espectáculo desde el mar
La única manera de contemplar en su totalidad este acantilado es desde el mar. Las excursiones en barco permiten admirar tanto su majestuosidad como la belleza de la costa gomera, donde los pueblos parecen colgar de las laderas. Durante el trayecto, es frecuente avistar delfines y ballenas, que eligen estas aguas por su temperatura y riqueza en alimento.
Si partes desde el puerto de Valle Gran Rey, en el camino podrás ver localidades como Taguluche, Alojera, Tazo o Arguamul, pequeños pueblos de aire tradicional y silencios intactos que conservan la esencia de La Gomera más profunda.
Un espacio protegido
Los Órganos forman parte de una Reserva Marina y son también una zona especial de protección para aves como el águila pescadora o el charrán común. Bajo el agua, la formación continúa, dando lugar a fondos marinos de gran riqueza biológica, ideales para el buceo y la observación de especies como la vieja.
Hace siglos, los gomeros llegaban a descolgarse por sus paredes para recolectar un liquen usado en tintes de color púrpura, un recurso ligado al ingenio y la dureza de la vida en estas islas.
Una visita imprescindible
Hoy, este rincón de La Gomera se ha convertido en parada obligatoria para amantes de la naturaleza, la geología y el mar. Varias empresas organizan excursiones en barco hasta Los Órganos, ofreciendo a los visitantes la posibilidad de vivir de cerca un monumento natural donde la tierra, el océano y la historia se funden en un mismo paisaje.
Si alguna vez soñaste con ver música convertida en piedra, este es el lugar perfecto para hacerlo.