La repostería canaria está llena de delicias que evocan la historia y el sabor de sus islas. Entre sus postres más emblemáticos, hay uno que destaca por su combinación perfecta de chocolate, frutos secos y tradición.
Esta exquisitez no solo es un referente en la gastronomía palmera, sino que ha conquistado los paladares de todo el archipiélago.
Un dulce con historia en Canarias
Este postre nació en la isla de La Palma, un lugar donde los dulces han sido parte esencial de su identidad culinaria. Su origen se remonta a la década de los 50, cuando una hábil repostera palmera, doña Matilde Arroyo, comenzó a elaborar tartas y dulces caseros con recetas transmitidas por generaciones.
Lo que empezó como una forma de sustento personal terminó convirtiéndose en una tradición gastronómica. Gracias a su dedicación y talento, su receta se popularizó en toda Canarias, hasta convertirse en un imprescindible de la repostería isleña.
Cómo preparar este postre canario
Aunque su preparación no es complicada, es importante seguir cada paso con atención para lograr la textura y el sabor característicos.
Ingredientes
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Para la base:
- 2 huevos
- 200 ml de café
- 30 g de cacao en polvo
- 80 g de azúcar
- 80 g de harina
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Para la mousse:
- 3 huevos
- 100 g de chocolate para fundir
- 60 g de mantequilla
- 80 g de azúcar
- 50 g de avellanas
- 50 g de almendras
Pasos para su elaboración
Preparación de la base
- Batir los huevos con el azúcar durante 10 minutos hasta obtener una mezcla esponjosa.
- Añadir el cacao en polvo y la harina hasta que todo se integre homogéneamente.
- Precalentar el horno a 180 °C, verter la mezcla en un molde con un grosor de 1-1,5 cm y hornear durante 10 minutos.
- Una vez horneado, retirar la base y añadir el café caliente. Dejar reposar.
Preparación de la mousse
- Tostar las avellanas y almendras a 200 °C durante 8 minutos. Pelarlas y triturarlas en trozos pequeños.
- Separar las yemas de las claras de los huevos.
- Batir las yemas con el azúcar y reservar.
- Fundir el chocolate con la mantequilla al baño maría, agregar la mezcla de yemas y batir.
- Montar las claras a punto de nieve e incorporar la mezcla anterior junto con una parte de los frutos secos triturados.
- Verter la mousse sobre la base de bizcocho y espolvorear el resto de los frutos secos.
Con esta receta, se puede disfrutar de uno de los postres más representativos de Canarias, un dulce que fusiona tradición e historia en cada bocado. Perfecto para cualquier ocasión, su sabor sigue conquistando a quienes buscan una auténtica experiencia gastronómica isleña.
