Un estudio reciente liderado por Geociencias Barcelona del CSIC, en colaboración con universidades de Barcelona, Las Palmas de Gran Canaria, La Laguna y el CNRS francés, ha reconstruido con precisión la historia eruptiva de la isla más joven del Archipiélago. La investigación ha identificado al menos 42 erupciones volcánicas en superficie durante el Holoceno (es decir, en los últimos 11.700 años), un registro muy superior al conocido hasta ahora.
Hasta ahora, El Hierro había sido considerada una isla con escasa actividad volcánica moderna, limitada a tres erupciones submarinas documentadas, siendo la más reciente la del volcán Tagoro en 2011. El nuevo hallazgo, en cambio, evidencia que el volcán ha afectado todas sus dorsales y ha mantenido una dinámica eruptiva mucho más sólida y dispersa a lo largo del tiempo.
Según los investigadores del CSIC y coautor del trabajo, publicado en Quaternary Geochronology, este conocimiento es clave para desarrollar modelos precisos del comportamiento eruptivo, como la formación de coladas de lava o la evolución de conos piroclásticos.
42 estructuras volcánicas
El equipo científico realizó un extenso trabajo de campo, cartografiando 42 estructuras volcánicas subaéreas, analizando su superposición, erosión y posición, y logró datar 36 eventos eruptivos mediante un modelo estadístico combinado con múltiples técnicas de datación—17 de ellos datados por primera vez.
El ritmo eruptivo resultó extremadamente variable, con intervalos de actividad que oscilan entre apenas 30 años y más de 1.000 años entre cada erupción. Las últimas erupciones en superficie se remontan a hace más de un milenio, en los volcanes de Lomo Negro y Montaña del Tesoro. Además, los investigadores advierten que El Hierro sigue siendo una isla volcánicamente activa, incluso con indicios de actividad submarina en el siglo XVIII.
Más allá del valor científico, el estudio también destaca el potencial educativo y turístico del patrimonio geológico de El Hierro, que forma parte de la Red de Geoparques Mundiales de la UNESCO desde 2014. De igual forma, apuntan que contar con una cronología eruptiva detallada es esencial para reforzar el monitoreo volcánico, mejorar los modelos predictivos y estar mejor preparados ante posibles crisis, no solo en El Hierro sino también en otros territorios volcánicos oceánicos como Hawái, Cabo Verde o las Azores.