Lo que comenzó en una familiar de La Gomera a principios de los años 60, hoy se ha convertido en un símbolo del sabor tradicional y del esfuerzo de varias generaciones. Mimila, la panadería y dulcería gomera con más de seis décadas de historia, abrirá en mayo su primera tienda en Gran Canaria. El nuevo local estará ubicado en el mercado de Vegueta, un lugar cargado de historia y tradición, ideal para recibir a esta empresa familiar que ha conquistado los paladares de propios y turistas con sus dulces caseros.
La historia de Mimila se remonta a 1962, cuando Camila Darias comenzó a preparar dulces para celebraciones y eventos en su entorno cercano. Su talento, constancia y cariño en cada receta hicieron que, poco a poco, su cocina se convirtiera en un pequeño obrador, donde lo artesanal era la norma. Desde entonces, el negocio ha estado siempre en manos de mujeres fuertes, comprometidas con su tierra, con sus raíces y con la tradición.
Familia emprendedora
En 1996, fue su hija Carmen Luisa Noda Darias quien tomó el relevo. Desde entonces, la dulcería ha seguido creciendo sin perder su esencia. Pero detrás de Carmen Luisa también hubo un pilar fundamental: su marido, Marcial, que falleció recientemente. Durante años, Marcial fue una pieza clave del negocio familiar: se encargaba de amasar desde primera hora de la mañana y luego salía a hacer el reparto diario.
De jóvenes, Carmen Luisa y Marcial ya habían trabajado juntos en un obrador de La Gomera, y él también dedicó buena parte de su vida al trabajo en el campo. Hasta que un día, cuando Carmen Luisa comenzó a llevar las riendas del negocio familiar, decidieron emprender juntos Mimila, un proyecto que nació del esfuerzo compartido, del amor mutuo y del cariño por lo que hacían. Además, contaban con el apoyo incondicional de sus cuatro hijos: José Francisco, Cristóbal, Jonay y Carmen Luisa.
Nueva generación
Hoy, Carmen Luisa con 83 años sigue visitando la tienda original de La Gomera para supervisar el trabajo y saludar a los clientes. Para ella, abrir una tienda en Gran Canaria supone una gran ilusión. Después de tantos años de trabajo constante, este paso representa no solo una expansión del negocio, sino un homenaje a toda una vida de dedicación familiar.
La nueva tienda también es un proyecto intergeneracional. Oliver, nieto de Carmen Luisa, vive en Gran Canaria desde hace 16 años y será uno de los encargados del local. Él estará al frente durante los fines de semana, mientras que entre semana se incorporará una nueva persona al equipo. En la tienda de La Gomera seguirán trabajando los tíos de Oliver, junto a un empleado más, elaborando los productos que luego llegarán a ambas islas.
Mercado de Vegueta
En el mercado de Vegueta, Mimila ofrecerá sus tradicionales dulces gomeros: rosquetes, almendrados, bizcochos y panes elaborados con recetas familiares que han pasado de generación en generación. Pero también incorporarán nuevos productos artesanos de Gran Canaria, como mieles y quesos, todos seleccionados bajo un mismo criterio: calidad, cercanía y respeto por la tradición.
El eslogan que acompaña esta nueva etapa es tan evocador como su historia: “Mimila Delicatesen: Sabores con historia, ingredientes con alma”. Una frase que resume perfectamente lo que representa la marca: mucho más que dulces, una experiencia emocional que conecta con el pasado, el territorio y los vínculos familiares.
Visita de turistas
En los últimos años, la dulcería se ha convertido en un punto de referencia para quienes visitan La Gomera. Lo que empezó siendo un negocio local, hoy es una parada obligatoria para turistas que buscan probar sabores auténticos, elaborados con cariño.
Incluso el nombre del negocio tiene una historia curiosa. Originalmente, iba a llamarse Mamila, inspirado en el papel casi maternal que Camila Darias tuvo con sus nietos. Sin embargo, un error de transcripción durante el registro acabó convirtiéndolo en Mimila. En lugar de corregirlo, la familia decidió conservarlo, y hoy ese nombre con sabor a hogar es sinónimo de tradición, autenticidad y dulzura.
Con la vista puesta en mayo y el corazón en sus raíces gomeras, Mimila se prepara para comenzar este nuevo capítulo. Una empresa que sigue creciendo sin perder la esencia que la hizo única: trabajo, dedicación, memoria y dulces con alma.