La borrasca Emilia ha dejado este fin de semana unas 2.000 incidencias en todo el Archipiélago, principalmente en Tenerife y Gran Canaria, sin que se hayan registrado daños personales. El fuerte viento, las lluvias persistentes, la nieve y el granizo en cumbres, así como el oleaje intenso, han provocado caídas de árboles, cortes de carreteras, cierres de accesos a la cumbre y desalojos preventivos en zonas costeras, además de incidencias puntuales en el suministro eléctrico.
Se preveía que los mayores riesgos estuvieran en la costa, con alerta máxima en Canarias por fenómenos costeros. En muchos municipios, como en Garachico, se retiró el mobiliario urbano para que no sirvieran como proyectil al mar por el fuerte olejae. Aún así, en zonas del litoral Emilia provocó destrozos materiales como en las piscinas de Bajamar, en La Laguna, que ha dejado imágenes como las siguientes.
Los accesos a toda la costa siguen cerrados mientras siga activa la alerta por fenómenos costeros.




El paso de la borrasca también ha dejado imágenes impactantes a lo largo de todas las islas, con barrancos que ya corren, granizo en tejados, decoración navideña dañada y la mayor nevada desde 2026 en el Teide.