La casa de Lanzarote que enamoró a Omar Sharif, a la venta por 7,5 millones de euros

El inmueble, de más de 7.000 metros cuadrados, se encuentra situado en el municipio de Teguise

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Inmediaciones de LagOmar. / LagOmar
Inmediaciones de LagOmar. / LagOmar

Cuenta la leyenda que Omar Shariff, conocido actor por su papel en la película Doctor Zhivago (1965), tuvo una casa en Lanzarote que perdió en una partida de cartas. Verdad o no, lo cierto es que esa vivienda sí existe y sus actuales propietarios la han puesto a la venta por 7,5 millones de euros.

“Hace 50 años el artista Jesús Soto visitó la cantera de cantos de ceniza volcánica, y lo consideró un espacio único para diseñar y levantar una casa extraordinaria, como lo es LagOmar”, cuenta el anuncio.

Más de 7.000 m2

El inmueble se encuentra situado en el municipio lanzaroteño de Teguise y su máximo artífice fue Soto, en colaboración con César Manrique “con experiencias muy parecidas a las de su casa museo situada en Tahiche”.

La casa consta de tres parcelas que suman casi 7.000 metros cuadrados y cuentan con varias viviendas, restaurante, cancha de tenis, cueva de exposiciones… Los vendedores lo definen como una buena oportunidad de negocio con la que se podía amortizar el precio en unos siete u ocho años con los ingresos que genera en la actualidad.

El anuncio que la pone a la venta reza que, con seguridad, es la propiedad más exclusiva y extraordinaria de todas las que hay en Lanzarote.

Una parte de las inmediaciones de LagOmar. / LagOmar
Una parte de las inmediaciones de LagOmar. / LagOmar

La leyenda

En la década de los 70, Shariff se encontraba en Lanzarote rodando La isla misteriosa, dirigida por el español Juan Antonio Bardem. En aquel momento se fraguó también en el pueblo de Nazaret (Teguise) un proyecto arquitectónico promovido por Jesús Soto al que se unió Manrique y cuyo fruto fue LagOmar.

El actor de Lawrence de Arabia, dice la leyenda, quedó prendado de la edificación y se hizo con ella. Pero justo después, a raíz de su afición a los juegos de azar, perdió el inmueble en una partida de cartas con el promotor, Samuel Benady, y jamás regresó al Archipiélago.

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