El Partido Popular de Lanzarote atraviesa un nuevo episodio de tensión interna tras la dimisión de Lara Cabrera, hasta ahora presidenta de Nuevas Generaciones (NNGG), quien ha decidido abandonar su cargo en protesta por la destitución de Jacobo Medina como vicepresidente del Cabildo insular.
En un comunicado, Cabrera ha calificado la decisión del presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort (Coalición Canaria), de retirar la vicepresidencia y el área de Planificación y Proyectos a Medina como una medida que "perjudica al partido" y que supone un "error estratégico" que debilita la posición del PP en la isla.
División interna
La revocación de Medina, anunciada el pasado 27 de enero, supuso un importante cambio en la estructura del Cabildo. Medina mantiene su cargo como consejero de Obras Públicas, pero perdió la vicepresidencia en favor de María Jesús Tovar, quien ya gestionaba el área de Hacienda y ahora suma nuevas competencias.

Para Cabrera, este movimiento no solo ha sido "injusto" con Medina, sino que además afecta negativamente al desarrollo del PP en Lanzarote, debilitando la unidad dentro del partido y favoreciendo a otras formaciones políticas.
"Jacobo Medina ha dedicado incansablemente su esfuerzo y trabajo al progreso de Lanzarote. No solo ha demostrado su capacidad y compromiso, sino que ha sido un pilar fundamental para la estrategia y el futuro del Partido Popular en la isla", expresó en su carta de renuncia.
Críticas a la dirección
La ya exlíder de NNGG de Lanzarote ha aprovechado su dimisión para hacer un llamamiento a la reflexión dentro del PP, instando a la dirección del partido (con Astrid Pérez al frente en Lanzarote) a "sumar, no restar; unir, no desunir", en un contexto de creciente fragmentación política.
"En un escenario político cada vez más polarizado, la unidad y la colaboración deben ser nuestra principal fortaleza. No podemos permitir que las decisiones que tomemos hoy sean las que dividan a quienes hemos estado luchando juntos por un futuro mejor para Lanzarote y para toda Canarias", subrayó.

A pesar de su renuncia, Cabrera aseguró que su compromiso con el Partido Popular sigue firme, aunque considera que no puede continuar respaldando "decisiones que van en contra de los principios de justicia, coherencia y unidad".
Crisis con impacto
La dimisión de Lara Cabrera añade una nueva incógnita sobre el futuro del PP en Lanzarote, en un momento en el que la formación ya enfrenta desafíos tanto a nivel local como autonómico.
La pérdida de la vicepresidencia del Cabildo por parte de Jacobo Medina y la salida de Cabrera evidencian una falta de cohesión interna que podría afectar la estrategia del partido de cara a las próximas elecciones.
El reto ahora para el PP lanzaroteño será recomponer su estructura interna y evitar que esta crisis se convierta en un obstáculo de cara a los comicios de 2027, donde aspira a recuperar peso en el panorama político insular.