Loading...
Restaurante Lagomar en Lanzarote / LAGOMAR

El único restaurante de España dentro de un volcán está en Canarias: "Túneles secretos y vistas"

El proyecto arquitectónico de este restaurante lleva la huella de César Manrique, quien supo integrar elementos del paisaje volcánico con un diseño que respeta la identidad natural de la isla

Entre las entrañas de un antiguo paisaje de fuego, donde la piedra negra aún susurra historias de lava y viento, existe un lugar donde la gastronomía se funde con la naturaleza. Un restaurante oculto en las profundidades de un volcán que no solo sirve platos, sino también una experiencia.

Este enclave único está en Lanzarote, la isla de los volcanes, donde el arte y la geología han dado vida a uno de los espacios más singulares de España.

Una cueva convertida en arte

En el corazón del pequeño pueblo de Nazaret, rodeado de colinas rojizas y campos de malpaís, se esconde Lagomar, el único restaurante de España ubicado en el interior de una cueva volcánica reacondicionada. Lo que un día fue piedra fundida hoy es un escenario de calma, diseño y cocina.

El proyecto arquitectónico lleva la huella del artista César Manrique, quien supo integrar elementos del paisaje volcánico con un diseño que respeta la identidad natural de la isla. Muros de roca basáltica, pasarelas de madera, jardines integrados y espacios excavados que recuerdan a una fortaleza orgánica son algunos de los detalles que convierten Lagomar en un verdadero homenaje a Lanzarote.

Túneles, terrazas y secretos

“Imagina perderte en túneles secretos, explorar cuevas que parecen sacadas de un sueño y contemplar vistas desde terrazas que cuentan historias”, se lee en su web oficial. Y no es una exageración.

El restaurante dispone de distintos niveles conectados por pasajes excavados en piedra, miradores naturales y salones tallados en la roca, desde donde se observan algunos de los paisajes más espectaculares de la isla. El conjunto transmite una sensación de recogimiento, como si el tiempo se hubiera detenido entre los muros volcánicos.

Cocina canaria renovada

Pero Lagomar no vive solo de su entorno. Su oferta gastronómica combina la tradición local con técnicas contemporáneas. La cocina canaria, reconocida por sus productos frescos y sabores intensos, aquí se reinterpreta con delicadeza.

En la carta se encuentran clásicos como las papas arrugadas con mojo (8,50 €), los quesos fritos del chef (14,50 €) o la bruschetta de paté de tomate con verduras y queso curado (9,80 €). Una entrada perfecta para adentrarse en un menú que apuesta por lo local, fresco y estacional.

Productos del Atlántico

El restaurante trabaja con pescado fresco de la isla, como el atún de Lanzarote, el bacalao al vapor con langostinos al ajillo o el salmón al whiskey canario. También hay carnes, arroces y ensaladas, todos elaborados con ingredientes cultivados o criados en Canarias.

Los principales rondan los 25 €, y los postres, lejos de ser una propuesta cerrada, cambian cada día según la inspiración del chef. Son creaciones exóticas, a menudo reinterpretaciones de dulces tradicionales, que cierran la experiencia con un broche de autor.

Vinos y cócteles en cueva

La carta de vinos es otro homenaje a la tierra. Lagomar ofrece una amplia selección de caldos de Canarias, con especial presencia de Lanzarote y su denominación de origen volcánica.

Además del restaurante, el complejo cuenta con un cocktail bar situado dentro de otra cueva, donde se pueden degustar combinados y cócteles elaborados desde las 18:00 hasta las 00:00. La experiencia, iluminada por luces tenues y envuelta por la piedra, resulta íntima y envolvente.

Horarios y reservas

Lagomar está abierto todos los días, de lunes a domingo, entre las 13:00 y las 22:30 horas. Debido a su popularidad —y a su limitada capacidad— se recomienda reservar con antelación, especialmente durante los meses de verano.

Este rincón no solo alimenta el cuerpo. Alimenta también la mirada y la memoria. Comer entre muros de lava, terrazas suspendidas y túneles secretos es una experiencia difícil de repetir. Y es que Lagomar no es solo un restaurante: es un viaje a las profundidades estéticas y sensoriales de Lanzarote.